Tanta diversidad en el vestir del campesinado croata se explica por varios motivos. Uno de ellos surge de las características naturales de determinados territorios, del clima y de las actividades económicas que predominaban en cada zona. Por ejemplo, la indumentaria de los habitantes de la costa adriática incluía generalmente telas más livianas, en concordancia con el benigno clima mediterráneo, y a diferencia de sus vecinos de las tierras altas y de las zonas montañosas de Lika y Gorski Kotar, que debían protegerse de las bajas temperaturas con ropa más gruesa y abrigada.
Asimismo, el calzado debía estar acorde con el relieve: en la llanura panónica, a veces polvorienta y a veces fangosa, los campesinos calzaban sus tradicionales “opanci”, confeccionados sobre la base de una ancha suela de cuero bovino, con capellada que se unía de lado a lado con finas tiras de cuero ovino.
Además, la elaboración del vestuario campesino era producto de la economía doméstica. En la zona central y oriental de Croacia, la materia prima para la confección del vestuario era la tela de lino y cáñamo que los mismos campesinos cultivaban. En las zonas montañosas y del Adriático meridional, predominaba la lana obtenida de los rebaños familiares.
En los trajes también estaba señalada la pertenencia a un determinado status social. Por ejemplo, cuando una muchacha de Posavina estaba en edad de casarse, colocaba en su cabeza un adorno especial de cintas con forma de diadema. Un muchacho de la zona de Eslavonia dejaba de usar en su vestimenta lazos de seda o dorados luego del matrimonio. Todos estos signos eran bien conocidos y comprendidos por el medio social.
En los asentamientos con heterogénea composición étnica o religiosa, los elementos de cada grupo se unificaban entre sí y se separaban de los demás a través de la vestimenta. Las jóvenes del rito romanocatólico de Zumberak formaban con sus trenzas un rodete sobre la cabeza, a diferencia de sus copueblerinas que practicaban el culto grecocatólico, cuyas trenzas pendían sobre la espalda.
En contraste con los trajes urbanos, esta indumentaria no estuvo expuesta a frecuentes modificaciones. Por eso mismo, en algunas de sus prendas se conservan las huellas de diferentes épocas históricas, de estilos predominantes, como así también de cierta decadencia y pauperización estética. Por ejemplo, la marca de los tiempos antiguos se reconoce en la blusa de las mujeres del interior dálmata, cortada al estilo de las túnicas romanas. El corte de los vestidos de las mujeres de Istria conserva a su vez el estilo que predominaba en el Gótico. En la región de Primorje, la blusa de cuello redondo, adornada con bordados blancos y puntillas, es consecuencia del Renacimiento. También las épocas más recientes introdujeron sus detalles en el atuendo popular de las zonas rurales. Un ejemplo de estos agregados son los pañuelos originarios del Lejano Oriente que los marinos traían a sus esposas, y que ellas ataban a sus cinturones en ocasiones festivas.
Esta conjunción del hábitat natural, de las influencias culturales y de la propia sensibilidad estética de los campesinos y pescadores, dio forma a tres grupos de estilos regionales: el adriático, el dinárico y el panónico, que se extienden sobre las cuatro áreas geográficas de Croacia.
En el adriático, se observa que la población masculina abandonó antes que en otros puntos del país su vestimenta tradicional, obligada por la navegación y las tareas de pesca. Aún así, parte de esta vestimenta se conserva en algunos medios. Es característico el pantalón ancho y corto, angostado en la cintura y con numerosos pliegues. El gorro es tejido de lana de azul con forma de cilindro desde cuyo extremo nace una borla que cae sobre los hombros.
Sobre la blusa de tipo renacentista que llevan las mujeres se coloca un vestido de lana de confección casera. Este vestido cuelga desde los hombros y se estrecha en la parte superior del cuerpo, mientras que en la inferior se amplía en forma de falda acampanada. El cinturón es de lana multicolor, también de producción hogareña. Visten medias blancas tejidas, con zapatos bajos de cuero rojo, y adornan su cabeza con un pañuelo cuadrado, doblado en diagonal. Además, suelen lucir alhajas, generalmente filigranas.
Al tipo dinárico pertenecen los trajes folklóricos de la Croacia montañosa y de la Dalmacia interior. La mayoría de las prendas son elaboradas con lana y tela casera. Los hombres portan pantalones de piernas estrechas y sacones sobre la camisa. En las ocasiones festivas, están adornados con botones y aplicaciones metálicas. El ancho cinturón de cuero aun hoy deja visible algún arma corta, herencia de la vida peligrosa en tiempos del Imperio Otomano. Visten un gorro achatado de color rojo, medias de lana de varios colores y calzan “opanci”.
En cuanto a la vestimenta femenina de la zona dinárica, lo más destacado es una blusa larga de corte recto, con bordados multicolores geométricamente dispuestos sobre el pecho y las anchas mangas. Sobre la blusa, un llamativo delantal de lana donde cada mujer incluye adornos de su propia creación. También suelen vestir un sacón largo, sin mangas, tipo chaleco, elegantemente bordado.
El estilo panónico se extiende sobre Croacia Central y Oriental. En el vestuario predominan las telas blancas caseras, siendo fundamentales las camisas masculinas y femeninas, y los pantalones de los hombres. Su particularidad
es que se confeccionan por medio del arcaico sistema de unión del material con posteriores pliegues sobre el mismo.
Junto a los anchos pantalones y la camisa sobre el cinturón, los hombres visten chalecos cortos, y en época invernal sacones adornados en los bordes con cintas tejidas. Llevan las piernas recubiertas con fajas de tela y calzan los “opanci” (en la zona central, usan botas).
La indumentaria femenina al estilo panónico está compuesta por una larga camisa de tela que llega hasta los tobillos, ya sea en una sola pieza o en dos piezas separadas en la cintura, es decir, blusa y falda. El conjunto es completado por un delantal y chaleco de cuero. Las prendas están ricamente adornadas con coloridas aplicaciones. Las mujeres suelen lucir collares de coral o de cuentas de vidrio, o con adornos de oro, y la cabeza está obligatoriamente cubierta por un pañuelo.
FUENTE:
Trajes típicos croatas. Muraj, Aleksandra.
Experiencia Croata