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21 de diciembre de 2009

Sarajevo, el recuerdo de la guerra

En 1992, fuerzas serbias sitiaron Sarajevo e iniciaron una de las guerras civiles más cruentas del fin del Siglo XX: 200.000 muertos, millones de desplazados y emigrados y miles de mujeres violadas son algunas cifras de aquel drama. Los sobrevivientes recuerdan no sólo los inviernos sin agua, alimento ni luz: también rescatan cómo el humor y la cultura los salvó de la desesperación.



Por donde pasa la historia
*El 28 de junio de 1914 el archiduque Francisco Fernando es asesinado en Sarajevo (imperio austrohúngaro) desencadenando la Primera Guerra Mundial.

*El Tratado de Versailles, impuesto por las potencias vencedoras en 1918, creó países como Yugoslavia juntando etnias y culturas que nada tenían históricamente en común. Estas uniones artificiales estallaron en la década del 90.

*En 1941, el territorio yugoslavo fue ocupado por los nazis hasta que, en 1945, el guerrillero comunista Josip Broz - aliasTito - los expulsó, integrando estas nacionalidades en la República Socialista de Yugoslavia. Lideró el país hasta su muerte en 1980. Hasta entonces convivieron los musulmanes, con los croatas (católicos) y los serbios (ortodoxos).

*La caída del Muro de Berlín en 1989 y la desintegración de la URSS en 15 repúblicas, dos años después, transformó esa parte del mundo.

*En 1991 la oleada de separatismos llegó a la exYugoslavia (compuesta por Serbia, la provincia dominante que detentaba el poder central, Eslovenia, Croacia, Bosnia Herzegovina, Montenegro y Macedonia). Ese año, una aplastante mayoría de eslovenos y croatas votó independizarse de la federación. Pero Serbia envió al ejército federal para mantener a las provincias rebeldes en Yugoslavia. Empieza la guerra civil en Croacia.

*El 1° de marzo de 1992, el 65% de la población de Bosnia Herzegovina votó por separase de Yugoslavia.

*El 6 de abril, una multitud pedía por la paz frente a la plaza del Comité Central cuando desde los últimos pisos del hotel Holliday Inn francotiradores dispararon a quemarropa. Hubo muchos heridos y dos jovencitas muertas: Swada, una musulmana, y Olga, una católica. Se cumplían exactamente 47 años del día en que los nazis se retiraban vencidos por las fuerzas guerrilleras de Josip Broz Tito. Empezaba la guerra civil en Sarajevo, las tropas serbias de Milosevic sitian esa capital.

*En agosto, se empezaron a conocer las atrocidades. El embajador bosnio en la ONU presentó un documento escalofriante: 17.000 civiles habrían sido asesinados en campos de detención controlados por serbios. Había 97.000 mujeres y niños detenidos en 94 campos. Además, se denunció la violación de entre 38 y 50 mil mujeres musulmanas, de las cuales 9.000 quedaron embarazadas y por esta razón fueron repudiadas por sus familias. Unas mil abortaron. Por lo menos 387 fueron asesinadas después de la violación. Los testimonios culpan a los chetniks serbios de estos crímenes.

*En 1993, un plan de paz britániconorteamericano propone la división de BH en tres. Croacia ve la oportunidad de anexar una parte del territorio. Croatas y musulmanes, antiguos aliados, ahora luchan entre sí sin compasión. Los civiles son ejecutados sin juicio, las aldeas quemadas y miles de refugiados vagan por el país buscando un lugar donde sobrevivir. El genocidio contra los musulmanes se conoce como limpieza étnica. Los cascos azules son incapaces de detener las matanzas, preparar la evacuación de heridos y recibir la ayuda humanitaria.

*1994 Ataque con misiles a un mercado. La OTAN lanza un ultimátum a Serbia para que se retire de Sarajevo. Pero la guerra y el sitio continúan.

*1995 En febrero, los serbios son acusados por primera vez de genocidio por el Tribunal de La Haya. En noviembre, tras un ultimátum de la Casa Blanca, serbios, croatas y bosnios firman un acuerdo en Dayton, EE.UU. El 15 de diciembre caen las últimas granadas serbias sobre Sarajevo.

*Como resultado de la guerra, Bosnia Herzegovina, un país de poco más de 3 millones de habitantes, tiene hoy el sistema político más grande y complicado del mundo. Hay 200 ministros y 3 presidentes (un musulmán, un croata y un serbio) que cada ocho meses se alternan la titularidad, lo que vuelve imposible cualquier decisión política. Entretanto, fuerzas europeas y de EE.UU. controlan el país.



La llamaban la Avenida del Francotirador. Pero en realidad era una de las tantas que servían de tiro al blanco humano durante aquella pesadilla que el mundo conoció como la Guerra de Bosnia o de los Balcanes.

Ahora, parada en esa avenida en la que pasan parsimoniosos los autos y tranvías, Sanja, una maestra croata de 30 años, piensa en el día en que los serbios sitiaron la ciudad. Señala las montañas - ahora tranquilas y luminosas que rodean Sarajevo y dice: "Por ahí vimos aparecer la bocas de los tanques, los morteros y los cañones antiaéreos: 800 en total. Desde aquel momento sólo llovió fuego".

El sitio comenzó en abril de 1992. La peculiar disposición de los Balcanes permitió eso: que la ciudad quedara expuesta, sin la menor protección, al campo visual de francotiradores y soldados enviados por Slodoban Milosevic. Aún hoy, con el 80% de la ciudad reconstruida con la ayuda internacional, las cicatrices de la peor guerra civil de fines del siglo XX se ven por todas partes. En el viejo mercado de frutas y verduras, por ejemplo, donde un misil serbio mató a 57 bosnios en 1994, un inmenso mural rojo, con cada uno de los nombres, pide: "Reza por ellos y no dejes de contar a otras gentes lo que pasó en Sarajevo". O lo que era el Comité Central socialista del que sólo queda un enorme esqueleto incendiado. O la biblioteca de estilo morisco, con su estructura intacta pero devorada por el fuego en su interior por lo que se han perdido para siempre documentos antiguos, libros e incunables: un daño cultural irreparable.

Por el sitio, los bosnios no tenían agua ni luz, no recibían alimentos ni medicinas. Fueron cuatro años de frío, hambre y padecimientos. "El parque se quedó sin árboles por la desesperada demanda de leña", recuerda Dino, un veinteañero con tardío acné adolescente pero mirada de adulto.

"En invierno teníamos 20 grados bajo cero. En casa llegamos a quemar libros y fotos para calentarnos un poco. Recuerdo cómo mi madre lloraba porque no sabía de qué recuerdos deshacerse.



Cuando empezó la guerra, siete. Tenía un solo año de escuela. Nos juntábamos en el sótano de cada edificio (que también era refugio antiaéreo) y recibíamos clases. Tuvimos que aprender siete tipos de sirenas distintos: por bomba, por bomba nuclear, por francotirador, por gas, por armas biológicas, por ataque aéreo y otra que ya no recuerdo. Había dos cosas a las que les tenía más miedo: ir a buscar agua y confundirme los sonidos de las sirenas.

¿Ir a buscar agua?
Sí. Teníamos hambre y mucha sed. Los chicos acarreábamos el agua desde el río o la montaña y zigzagueábamos las balas. Una vez llevé 15 litros sobre la espalda por varios kilómetros".

Quien ve a Dino tan alto y flacucho no puede creerlo.
Sin duda, los francotiradores eran la peor pesadilla. "Había gente haciendo cola para cruzar un espacio abierto. Cuando es tu turno no podés dudar. Cuanto más esperás más preparado estará el francotirador. Uno además quiere separarse del miedo que transpira esa multitud que espera. Corrés. El miedo es como una bola de acero que te muele las tripas. La sangre te palpita en las sienes. Los ojos apenas ven un par de metros adelante. El silbido de las balas te sigue detrás. Y cuando llegás al otro lado la oleada de adrenalina es tan intensa que se ve todo con extrema claridad pero no se entiende nada", describe el notable escritor bosnio Aleksandar Hemon en La cuestión de Bruno uno de los mejores libros sobre esa tragedia.



¿Cómo se precipita en tan pocos años un odio como ése entre pueblos que convivieron pacíficamente por décadas? Hay varias explicaciones. Una dice que el odio estuvo siempre latente por ser la ex Yugoslavia un engendro de laboratorio, unido sólo por el capricho de las potencias triunfadoras en la Primera Guerra Mundial en el Palacio de Versailles. Pero esa bomba de tiempo dormida podía no haber despertado nunca. ¿Qué activó la enemistad nacionalista y el enfrentamiento interétnico e interreligioso en un país oficialmente ateo?

Los líderes, deseosos de regir sobre un territorio propio aunque fuera pequeño fueron sin duda uno de los principales promotores. Pero también el ejército, la Iglesia y los medios de comunicación alimentaron la hoguera del separatismo.

En su libro Nacionalismo y etnicidad el sociólogo bosnio Bogdan Denitch explica cómo los líderes fomentaron desde el Estado las nociones -inexistentes durante el socialismo- de nacionalidad vinculada con religión. "En los 90, tanto las iglesias como los nacionalistas trabajaron incansablemente para hacer coincidir religión e identidad étnica. Una vez tuve que contestar una encuesta y una de las preguntas era ´¿Cuál es su religión?´ Yo dije: ´Soy ateo´. Y el encuestador me contestó: ´Ya sé que todos los malditos intelectuales son ateos ¿pero es usted un ateo católico, ortodoxo o musulmán? Quiero saber su nacionalidad´.

Antes eso no era así.". Los medios por su parte ejercieron una presión inmensa. "Mis amigos croatas -continúa Denitch- eran bombardeados por las imágenes de serbios incendiando ciudades en la Segunda Guerra Mundial. La TV de ambos lados mostraba repetidamente imágenes horrendas de cuerpos asesinados y mutilados en vívidos colores. En 1992, los psicólogos infantiles de la ex Yugoslavia manifestaron que los niños mostraban signos de neurosis colectiva."

"El ejército yugoslavo, al mando de los serbios, también contribuyó a acelerar la desintegración. En cuanto percibió que sólo podía asegurarse los salarios, las categorías y los privilegios por su propio poder y por sus actividades militares fue el primero en querer actuar contra la iniciativa separatista de Eslovenia y Croacia y luego, contra Bosnia Herzegovina". Obviamente, estas acciones eran funcionales a un líder ambicioso como Slodoban Milosevic.

En Mostar, bellísima ciudad capital de Herzegovina famosa por su puente, esto llegó a puntos de gran bajeza. Impacta ver, en la calle Santic, toda la línea de edificios, de una vereda y de otra, como ruinas ennegrecidas. Vecino contra vecino, el frente de batalla era la calle misma: de un lado musulmanes, de la vereda de enfrente croatas. El mismo puente sobre el río Neretva, orgullo de la ciudad por su elegancia y su perfección, diseñado en 1566 por el arquitecto otomano Mimar Hayruddin y ejemplo de avanzada tecnológica para su época, fue bombardeado sin piedad. Lo reconstruyeron las fuerzas internacionales; re-inaugurado por Carlos de Inglaterra en 2004 y catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

¿Cómo se sobrevive a esto? Zijad Jusufovic, de 38 años, con un desaliño personal que se parece mucho al de un hombre deprimido dice que no se puede olvidar. "Lo peor fue perder amigos y amores. Ver a mi sobrinito sin piernas. ¿Lo mejor? Cuando dejábamos el odio de lado y musulmanes y croatas nos juntábamos en el medio de la línea de fuego a tomar café, fumar y hablar de los buenos viejos tiempos. Eso sí, una hora después volvíamos cada uno a su respectiva posición a matarnos entre nosotros. Siempre estábamos con hambre, con sed, a oscuras", continúa Zijad que fue combatiente musulmán durante el sitio de Sarajevo.

"Uno se va degradando poco a poco. Te vas acomodando cada vez a situaciones más humillantes. ¿Y qué te queda? El arte."

Fue reconocido mundialmente cómo, en esa guerra civil, el humor y la cultura, fueron para los bosnios una tabla de salvación contra el asedio. "Organizábamos obras de teatro, conciertos, competencias. Esperábamos las noches de niebla por los francotiradores". Dijo esto cuando estábamos frente al edificio blanco del teatro reconstruido. La plaza que lo rodea lleva el nombre de la escritora norteamericana Susan Sontag. "Esto era puro escombros. Acá, Sontag, desafiando todos los peligros, puso en escena la obra de Samuel Beckett Esperando a Godot y eso nos hacía sentir personas", dijo con emocionado agradecimiento.

Inmediatamente recordó: "Hacíamos cualquier cosa por sentirnos vivos. Una vez, hartos de la oscuridad, montamos un generador eléctrico casero con una bicicleta, en el living de una casa. Uno de nosotros pedaleaba y pedaleaba para generar energía. Y el resto bailó la noche entera con la música de la radio... Ahhh... en medio de tanto desastre, un poco de clima..."

¿Y el humor? A la orden del día. Cuenta Sanja: "Los serbios bombardearon el aeropuerto y no dejaron piedra sobre piedra. Había un escritorio debajo de una carpa y lo demás todo a la intemperie. Riéndose del propio drama y de la competitividad capitalista, un bosnio colgó el siguiente cartel: Aerolíneas Quizás. Señor pasajero si usted no está conforme con nuestro servicio puede buscar algún otro aeropuerto". "Otro cartel famoso -agrega Zijad- era el del túnel". Durante el sitio se construyó un pasaje secreto de 800 metros, desde una casa hasta el aeropuerto. Todavía está y puede visitarse. Por ahí huyeron en 3 años, más de un millón de bosnios. Llevaba 25 minutos recorrerlo y en la mitad, la gente se encontraba con una señal de tránsito que parecía verdadera y decía: "París 3.850 Km". Sarajevo, ciudad bisagra, un poco europea y un poco turca, siempre fue protagonista de la historia. Por sus calles pasaron todos los ejércitos de Europa. Fue codiciada por Roma, conquistada por Napoleón en su marcha a Rusia, fue capital para el poderío otomano y centro de poder, después de Viena y Budapest, del imperio austrohúngaro.

Allí, en 1914, nació el Siglo XX, cuando en el boulevard que bordea su río, el Miljacka, fue asesinado el archiduque Francisco Fernando. Hoy una placa recuerda cómo se desencadenó la Primera Guerra Mundial aquel 28 de junio. A metros de allí, sobre la avenida Titova, una llama eterna honra a los partisanos del líder tercermundista Josip Broz alias Tito que derrotaron a las tropas de Hitler. Y al concluir el siglo, Sarajevo fue otra vez centro y símbolo de un hecho histórico: la desintegración socialista y la violencia fratricida por la separación.

Pero aun con sus cicatrices sigue siendo una ciudad llena de vida. Bandadas de jóvenes vestidos a la moda andan por las calles o por algunos de los 35 puentes del río Miljacka (en bosnio querido con el corazón). Palacios y grandes jardines se mezclan con un paisaje natural de gran belleza. Ni el patrullaje permanente de los ejércitos de paz o los jeeps de la Eurofor opacan su encanto. En toda Bosnia Herzegovina, de las 4.700.000 personas que había, 200.000 murieron y 1.000.000 se fueron al extranjero. Hay bosnios en 112 países distintos. Las remesas que mandan son uno de los puntales de la economía, junto al turismo (todavía escaso) y la ayuda de la comunidad internacional (que se va mayormente en sostener ese fenomenal aparato burocrático que la misma comunidad internacional ha creado cuando terminó la guerra con el acuerdo de Dayton en 1995).

De los que quedaron un 70% son musulmanes, un 15% croatas y otro 15% serbios. Pero no se ven las diferencias. No hay barbas ni mujeres con velos sino chicas en jeans ajustados y muchachos con aritos y pelo engominado como cresta de gallo. Por la falta de empleo (45% de desocupación y mucho trabajo en negro donde se paga 200 euros al mes) sólo se ve gente muy vieja o muy joven. La muchachada estudia en la prestigiosa Universidad de Sarajevo pensando en emigrar.

Entre los jóvenes, diez años después de terminada la guerra civil, sucede un fenómeno curioso: en toda la ex Yugoslavia crece la admiración por Tito. Chicos y chicas ponen, en sus celulares, himnos guerrilleros como "ringtones", instalan fotos del líder en la pantalla de las computadoras y tienen hasta un lugar para su veneración: el supermoderno Café Tito de Sarajevo. Jóvenes empresarios levantaron a orillas del río este santuario laico donde, entre ginebras y café, viejos partisanos relatan, por pedido de los jóvenes, historias de la liberación de Yugoslavia y de la era socialista cuando el desempleo era del 2% y había educación y seguro médico para todos. Fotos de Tito (con Kennedy o Castro, en París o en Berlín, con la Loren o entre multitudes que lo vivan) adornan el lugar sin olvidar --¡al fin y al cabo esto es capitalismo!?la venta de merchandising.

¿La de Tito fue una época dorada? Sí, para todos los ex yugoslavos ¿Quieren volver al socialismo? ¡Ni soñando! Contradictorios pero orgullosos de su historia, los bosnios no quieren, pero temen repetir esta guerra civil con sus matanzas, destrozos, metrallas, campos de violación, pueblos incendiados y hambrunas. Por eso alimentan la memoria.

En cada negocio, en cada escuela hay placas de bronce con los nombres de sus muertos. Y en las calles y veredas, a propuesta de los artistas plásticos bosnios, hay unas manchas escarlatas incrustadas en el suelo.

Son "las rosas de Sarajevo", setenta en total, que marcan los lugares exactos donde hubo al menos siete muertos por el fuego enemigo.

Setenta lágrimas de sangre que recuerdan el horror.

6 de septiembre de 2009

El Palacio de Diocleciano de Split

En la historia de Split no podemos pasar por alto algunos datos que dan carácter a este lugar.
El emperador romano Diocleciano pasó sus años de declive en un enorme palacio que se había construido cerca de su lugar de nacimiento, Aspalthos, en Dalmacia.
Con el paso siglos la arquitectura original del palacio ha sido alterada, pero la gente de la ciudad, más tarde llamada Spalato, y en aquél entonces Split, fue capaz de utilizar la estructura del palacio, dañándola lo menos posible, bajo el dominio bizantino, veneciano y del imperio austro-húngaro. Así, una ciudad armoniosa se desarrollo dentro de los muros romanos.
El peristilo de la Catedral, el Palacio del mausoleo de Diocleciano, el templo de Júpiter, las columnatas a lo largo de las calles, antiguas iglesias croatas, casas románicas, las puertas de Andrija Buvina y las obras arquitectónicas de Juraj Dalmatinac se han mantenido en buen estado.
El palacio de Diocleciano es uno de los monumentos mejor conservados de la arquitectura romana en el mundo.
El palacio del César fue construido como una acertada interpolación de los diversos contenidos de una villa de lujo - una residencia de verano, reproduciendo el esquema de un campamento militar romano (castrum), dividida en cuatro partes por dos calles principales. En ese diseno, el extremo sur del palacio estaba previsto para el emperador, su residencia y el lugar para ceremonias nacionales y religiosas, mientras que la parte norte era para la guardia del emperador - ejército, servidores, almacén y similares. El palacio es de planta rectangular (alrededor de 215 x 180 m), con cuatro torreones en las esquinas, cuatro puertas a cada lado y cuatro torres más pequenas en las paredes. La parte inferior de las paredes no tiene ningún tipo de aperturas, mientras que el piso superior es abierto, con un pórtico monumental en la parte sur y pasillos con grandes ventanales arqueados en las otras tres partes. Durante siglos, los residentes del palacio y, más tarde también los residentes de Split, adaptaron aquellos espacios a sus necesidades, de manera que tanto en el interior de los edificios, como en las paredes exteriores de las torres, se modificó en gran medida su aspecto original.

Fuente: Croacia-vacaciones

25 de febrero de 2009

Si viajás a Croacia no te pierdas de ver...

Las largas y abruptas islas de la montañosa costa croata son un paraíso para pasear en yate. El litoral está formado por numerosos canales profundos, puertos pintorescos y está azotado por vientos constantes.
También es un lugar estupendo para practicar el piragüismo, sobre todo alrededor de las islas Elafiti y Kornati.
La industria croata del submarinismo acaba de nacer, y ya empiezan a aparecer los primeros comercios especializados en ciudades como Hvar y en la isla de Rab; pero, si uno dispone de equipo propio, el país ofrece aguas cristalinas y muchísimos animales marinos que contemplar. Para marineros de agua dulce, los parques naturales de Risnjak y Paklenica albergan excelentes rutas de excursionismo.

Zagreb
La capital de Croacia desde 1557 todavía conserva gran parte de su casco medieval. La ciudad sufrió un bombardeo en 1995, pero los daños fueron leves y la recuperación ha sido rápida; sus habitantes han recuperado sus costumbres y gozan de nuevo de la urbe.
Aún permanecen cerrados numerosos museos, algunos para renovarlos. Existen varios hoteles elegantes y caros cerca de la estación de tren; resulta difícil encontrar alojamiento a precios asequibles.
Los dos capiteles gemelos neogóticos de la catedral de San Esteban se construyeron en 1899, pero aún se pueden descubrir restos de la antigua catedral medieval que se encontraba anteriormente en su lugar. Son especialmente interesantes los frescos del siglo XIII, la sillería renacentista, los altares de mármol y el púlpito barroco.
Desde la torre de Lotrsac, al noroeste del centro histórico, puede disfrutarse de una vista panorámica de 360 de la ciudad; otro punto de interés ineludible es el Muzejski Prostor, que ofrece espléndidas exposiciones de arte. También se encuentran en la zona la iglesia de San Marcos, con esculturas de Iván Mestrovic y sus coloridas tejas; el Museo de Historia Natural, el Museo Histórico de Croacia y el Museo de la Ciudad, emplazado en un antiguo convento.
La parte baja está formada por una considerable variedad de museos: el Pabellón de Exposiciones alberga muestras temporales de arte contemporáneo; la Galería Strossmayer conserva pinturas de los antiguos maestros y una vetusta inscripción en croata, el Museo Arqueológico dispone de artefactos prehistóricos y medievales, además de momias egipcias y cuenta, en la parte trasera, con un jardín ornamentado con esculturas romanas.
Al Oeste se encuentra el Museo Mimara, una de las mejores galerías de arte de Europa.
Alojada en un edificio neorrenacentista, conserva la colección privada de Ante Topic Mimara, quien donó a su ciudad natal miles de objetos de incalculable valor. El principal atractivo lo constituyen las pinturas italianas, españolas y holandesas, pero también ofrece muestras de cristalería, escultura y arte oriental. Otra maravilla de Zagreb la constituye el Mirogoj, emplazado al Norte, uno de los cementerios más hermosos del continente donde reposan soberbios mausoleos; la disposición del recinto sigue el estilo inglés y está cercado por una arcada de estilo neorrenacentista del siglo XIX.

Dubrovnik
Fundada hace 1.300 años, el encanto de Dubrovnik reside en el antiguo barrio de Stari Grad, con sus pavimentos de mármol, sus empinadas calles adoquinadas, sus casas altas, conventos, iglesias, palacios, fuentes y museos, todos tallados en la misma piedra de tonalidad clara. La antigua muralla, remodelada junto al casco antiguo tras el terremoto de 1667, mantiene alejados a los conductores. Gracias a su ubicación en el extremo meridional de la costa adriática, la urbe cuenta con un clima agradable y una vegetación exuberante. Aunque sufrió duros bombardeos en 1991, Dubrovnik ha seguido un ambicioso plan de restauración coordinado por la Unesco, que había añadido la ciudad antigua a su catálogo en 1994. Los viajeros que la han visitado recientemente afirman que ahora ofrece un mejor aspecto, sobre todo porque aún no ha vuelto a sufrir la invasión de los turistas.
La Placa, su hermoso paseo, se extiende desde la parada de autobús que se encuentra en el exterior de la puerta del pilar hasta la torre del reloj, al otro lado de la urbe. En el interior de la puerta del pilar el monasterio franciscano alberga una farmacia que lleva despachando desde 1391. En el extremo opuesto de la Placa se halla la iglesia de San Blas, precioso edificio del barroco italiano, y el palacio gótico de la rectoría, construido en 1441. Este palacio es ahora un museo con habitaciones amuebladas, pinturas barrocas y exposiciones históricas. Justo enfrente se emplaza un animado mercado que abre por las mañanas.
Las murallas de Dubrovnik fueron construidas entre los siglos XIII y XVI y han permanecido intactas hasta la actualidad. Probablemente se trate de la fortificación más hermosa del mundo; mide más de 2 km de largo y 25 m de alto, y cuenta con 16 torres. Ningún otro lugar ofrece un paisaje como éste. Un paseo alrededor de la muralla supone uno de los mayores placeres que aporta esta ciudad.
Se puede disfrutar del sol en sus playas, pero desplazarse en ferry hasta la isla de Lokrum puede resultar una alternativa más interesante. Toda la isla está catalogada como parque nacional, con una playa rocosa para nudistas, un jardín botánico y las ruinas de un monasterio benedictino. La forma más económica de pernoctar en Dubrovnik supone aceptar la oferta de alojamiento privado que se ofrece en la terminal del ferry, ya que los hoteles son mucho más caros.
Para llegar se puede tomar un avión en Zagreb, un autobús en cualquiera de las numerosas localidades que disponen de este servicio o un ferry en Hvar, Split, Zadar o Rijeka. Los barcos son más caros pero mucho más cómodos que el autobús. Los autobuses atraviesan la población fronteriza de Neum, donde Bosnia-Herzegovina alcanza la costa adriática, separando la costa meridional croata del resto del país.

Split
Situado 150 km al norte de Dubrovnik, Split aparece como el centro de la provincia de Dalmacia. Se trata de la ciudad más grande de la costa adriática croata. Fue fundada en el siglo IV, cuando el emperador Diocleciano, conocido por su costumbre de arrojar a los seguidores de Jesús a los leones, construyó su palacio de verano. Cuando los bárbaros abandonaron la vecina colonia romana de Salona, muchos de sus habitantes huyeron a Split y se escondieron detrás de los altos muros del palacio. Split se ha convertido en una ciudad industrial, pero su casco antiguo, la alegría que se respira y la gran cantidad de lugares de interés que ofrece hacen de ella una de las urbes más fascinantes de Europa.
El palacio de Diocleciano se alza como uno de los restos de arquitectura romana más impresionantes del mundo. En realidad, se trata más de una fortaleza que de un palacio; su muralla medía antiguamente 215 por 180 m y, en su interior, se encontraban la residencia imperial, los templos y un mausoleo. Todavía se puede apreciar el vestíbulo del palacio original, la plaza con su columnata, el templo de Júpiter y los restos del mausoleo de Diocleciano, ahora convertidos en catedral. En el exterior permanecen algunos edificios medievales, entre ellos el Ayuntamiento del siglo XV. Se podría pasear durante horas por el complejo histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979, y donde la animada vida diaria parece desarrollarse en un museo al aire libre.
El Museo Marítimo, uno de los más interesantes de la urbe, está situado en el interior de una fortaleza del siglo XVII. Alberga una gran colección de mapas, artefactos y maquetas. También merece la pena visitar el Museo Arqueológico ; parte de su colección se expone en el exterior. La Galería Mestrovic posee una colección extensa y muy bien organizada del escultor croata más importante.
Resulta bastante difícil encontrar alojamiento en Split, ya que en muchos de sus hoteles se hospedan refugiados y el negocio del alquiler en casas privadas, que se hundió durante la guerra, todavía está intentando remontar. Se puede llegar en avión o en tren desde Zagreb, en autobús desde cualquier punto del país y en ferry desde muchos puertos del continente y de las islas, incluyendo Dubrovnik, Hvar y Korcula.

Rovinj
La tranquila Rovinj resalta por ser una ciudad pintoresca de calles adoquinadas en la costa de Istria, una península en forma de corazón situada al Noroeste, en la frontera con Eslovenia. La población está circundada por colinas boscosas y pequeños hoteles; las trece islas boscosas del archipiélago de Rovinj ofrecen un maravilloso escenario marino. Este activo puerto pesquero está situado a poca distancia de navegación del histórico puerto italiano de Trieste, lo que explica la presencia de una considerable comunidad italiana.
La catedral de Santa Eufemia domina la urbe desde sus 57 m de altura, y está considerado el edificio barroco más grande de Istria. Fue construida cuando Rovinj servía de baluarte para la flota veneciana. Los restos de Santa Eufemia se trasladaron desde Constantinopla en el año 800 d.C., quinientos años después de que fuera martirizada; cada 16 de septiembre los devotos se reúnen alrededor de su tumba.
El acuario de Rovinj, de más de un siglo de antigüedad, alberga una excelente colección de fauna marina local, incluidos el venenoso pez escorpión y anémonas de muchos colores. El parque forestal de Punta Corrente, al Sur, resulta un lugar idóneo para nadar y contemplar el mar. Se puede llegar a Rovinj en autobús desde la mayor parte de las ciudades croatas y, en verano, en ferry desde Trieste (Italia).

Rab
La isla de Rab, cercana al centro del archipiélago de las islas Kvarner, hacia el noroeste de Croacia, está considerada una de las más seductoras del Adriático. Su extremo Noroeste es desértico y rocoso, mientras que el extremo suroeste está cubierto por un frondoso pinar. La ciudad medieval de Rab, una de las más hermosas de la región, está construida sobre una estrecha península que encierra un puerto bien protegido; numerosos edificios de piedra con vistas al mar se elevan desde el puerto hacia el acantilado. Rab estuvo dominada por Venecia y Austria; en la actualidad resulta habitual oír hablar tanto en alemán como en croata.
Es fácil reconocer las cuatro torres de las iglesias entre la masa de tejas rojas de los tejados de la urbe. El monasterio de San Antonio fue construido en 1175; la catedral románica posee una agradable terraza con vistas al mar; y la iglesia de Santa Justina se ha convertido en la sede de un pequeño museo de arte religioso. Lo único que perdura de su iglesia más antigua es la torre y los cimientos. Para disfrutar de un panorama espectacular, no hay que perderse el paseo alrededor de la muralla o el paseo en la sombra del parque de la ciudad, más hacia el Norte. A la isla de Rab se llega en ferry desde el puerto de Jablanac y en autobús.

Korčula
La isla de Korcula está poblada de abundantes viñedos y olivos; su costa meridional la conforman pequeñas playas y tranquilas cuevas. La ciudad de Korkula aparece como una típica villa medieval dálmata, con torres rojas de defensa y casas apiñadas de tejados también colorados.
En la plaza de la catedral se intuye una fuerte influencia veneciana; incluso posee su propia catedral de San Marcos, con dos pinturas de Tintoretto. Junto a la seo se alza el palacio de la abadía, del siglo XIV, donde se conserva el tesoro de la ciudad; justo enfrente se encuentra el palacio Gabriellis (siglo XV) donde en la actualidad se ubica el Museo de la Ciudad, lugar en el que se exponen objetos de alfarería griega, cerámicas romanas y mobiliario. Según la oficina de turismo local, Marco Polo nació en la urbe, y hasta se puede echar un vistazo a la casa donde vivió.
Desde la ciudad es posible desplazarse a Lumbarda, una pintoresca localidad al sureste de la isla, que ofrece una bonita playa y está rodeada de viñedos que producen un vino blanco seco. También se puede llegar en fueraborda hasta la isla de Badija, donde existe una playa nudista. Pasar la noche en Badja incluye la experiencia de pernoctar en un monasterio del siglo XV, hoy convertido en hotel.
Korcula se halla aproximadamente a 20 km de la costa meridional croata, a medio camino entre Dubrovnik y Split. El ferry efectúa el trayecto desde ambos puertos hasta la isla.Solin
Entre los viñedos al noreste de Split se dispersan las ruinas de la antigua ciudad de Salona (actual Solin), el entorno arqueológico más interesante de Croacia. Salona fue la capital de la provincia romana de Dalmacia desde los tiempos de Julio César hasta el año 614 d.C., cuando cayó en manos de los bárbaros.
En Manastrine, a las afueras del casco antiguo, fueron enterrados los primeros mártires cristianos; se pueden admirar tumbas excavadas en la roca y una basílica del siglo V. En la parte superior del cementerio se encuentra el Museo Arqueológico. En el Sur yacen las ruinas de un antiguo centro de culto cristiano y una catedral del siglo V con tres naves, baños públicos y una pequeña fuente bautismal. En el extremo occidental se alza un enorme anfiteatro del siglo II que fue destruido por los venecianos en el siglo XVII para que los salteadores turcos no lo utilizaran como refugio. Desde Split es posible acercarse a Solin y visitarla en un solo día.Isla de Mljet
Una tercera parte de la estrecha isla de Mljet forma un parque natural. Entre sus mayores atractivos destacan dos lagos de agua salada rodeados de pequeñas laderas cubiertas de pinos. Puede visitarse en un solo día pero si uno pasa la noche en la isla, podrá disfrutarla a solas. En medio del lago más extenso se emplaza una isla; llegar hasta ella supondrá disfrutar de un almuerzo en el monasterio benedictino del siglo XII, hoy convertido en el hotel del parque. Mljet es el lugar ideal para nadar y tomar el sol o alquilar una bicicleta y darse una vuelta por el parque. Se encuentra a unos 15 km de la costa adriática meridional de Croacia, a medio camino entre Korcula y Dubrovnik, desde donde también se puede llegar en ferry.

Fuente: es.viajes

2 de febrero de 2009

Parque Nacional de los Lagos de Plitvice



El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice (Patrimonio de la Humanidad - Unesco) es el más conocido de los parques nacionales croatas.
Está situado en la región de Lika, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza.
Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979, con una ampliación en 2000.
El parque tiene una superficie cercana a las 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro del parque, son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicados por 92 cataratas y cascadas. La vegetación se compone en un 90% de hayas.
La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera, los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas. Este parque suscita también gran interés entre los turistas por los acontecimientos que tienen lugar allí, como por ejemplo, las bodas al pie de las cataratas.

4 de septiembre de 2008

Patrimonio de la Humanidad en Croacia

Los siguientes lugares en Croacia han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Organización Internacional de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura):

• 1979 Ciudad vieja de Dubrovnik







• 1979 Núcleo histórico de Split con el Palacio de Dioclesiano









• 1979, 2000 Parque nacional de Plitvice








• 1997 Ciudad histórica de Trogir








• 1997 Conjunto Episcopal de la basílica de San Eufrasio en el Centro Histórico de Poreć









• 2000 Catedral de Santiago de Šibenik







*Dubrovnik Es una ciudad costera de Croacia ubicada en el sur de Dalmacia. Es uno de los centros turísticos más importantes del mar Adriático. Se la conoce como "la perla del Adriático". Dubrovnik es una ciudad rodeada de murallas y fortificaciones, al pie de una montaña que cae a pico sobre las del Mediterráneo. En 1979, la ciudad vieja de Ragusa (el recinto amurallado) fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; la declaración fue ampliada en 1994. Historia: Dubrovnik se fundó para unir dos pequeñas ciudades: Laus que estaba en una pequeña isla al sur de la costa dálmata y Dubrava un asentamiento eslavo en una colina. En un principio, la ciudad se llamaba Ragusa hasta el año 1909. En el siglo VII, los habitantes de la región para acabar con las invasiones eslavas que destruían sus casas, se refugiaron en un pequeño pueblo de pescadores, sobre un grueso roquedal, y lo fortificaron. Rápidamente, este refugio grecolatino se «eslavizó» a su vez. Los árabes no tardaron mucho en interesarse por este puerto cada vez más próspero y lo atacaron en el siglo VIII. En el Siglo XII se erigieron murallas alrededor de la nueva ciudad para protegerse de las invasiones que venían tanto de Oriente como de Occidente. A finales de dicho siglo, Dubrovnik era una República que escogía a su gobernante de manera democrática. La pujante república de Venecia, cuyos barcos hacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionar este puerto estratégico para sus fines comerciales. La armada veneciana se puso en movimiento en 1205. Conquistó la ciudad y la conservó hasta que, en 1358, con Ragusa transformada en Dubrovnik (del término croata dubrava, bosque de robles) después de la absorción de los suburbios eslavos, consiguió un estatuto especial. Tras aceptar el nombramiento de un obispo, los raguseos pudieron conservar el control comercial y político de su ciudad. Al compartir los poderes, consiguieron mantener sus principales prerrogativas en los asuntos ciudadanos. Cuando Venecia se retiró de Dubrovnik, los turcos aparecieron por el este. Una ciudad libre en el Adriático: Toda la economía de Dubrovnik se basaba en la navegación y el comercio marítimo; es decir, en los barcos. Navegar era tan importante que cada hombre debía plantar a lo largo de su vida cien cipreses. Después de cincuenta años, esa madera serviría para la construcción de barcos. Para ello, sumergían la madera en agua de mar, y luego la ponían a secar. La sal tapaba los agujeros y la endurecía. Esta costumbre explica la abundancia de cipreses en las colinas que rodean la ciudad. En la época de su máximo esplendor (siglo XVI), la flota de Dubrovnik se componía de doscientos barcos. La expansión prosiguió hasta 1667, en que un seísmo destruyó casi por completo la ciudad, causando la muerte de casi 5.000 personas. En el siglo XIX, los barcos de mercancías dejaron el lugar a los buques de emigrantes que partían hacia América. Guerra y paz: En 1991 los electores de la región de Dubrovnik votaron, casi de forma unánime, por la república de Croacia. Para detener ese proceso de independencia, el ejército yugoslavo declaró la guerra a los croatas. Compuesto en su mayoría por serbios y montenegrinos, lanzó un ataque de extrema virulencia (terrestre, marítima y aérea al mismo tiempo) sobre Dubrovnik. Su objetivo era anexionar toda la región a la "Gran Serbia", dando caza a los croatas en su propia tierra. El 6 de diciembre de 1991, la artillería serbia bombardeó sin cesar la ciudad desde la cima del monte Srdj. La ciudad, desarmada, fue asediada durante seis meses. En los alrededores, muchos pueblos y millares de casas fueron ocupados por los soldados serbios y montenegrinos. La población huyó al extranjero o se refugió en los hoteles de Dubrovnik. En el transcurso de estos años negros, no acudió ningún turista a Dubrovnik; sólo había grupos de desplazados, totalmente traumatizados, hacinados en las habitaciones de los hoteles. Cerca de 33.000 personas se vieron obligadas a dejar sus hogares. Bombardeos, pillaje, incendios, destrucción, arrestos, crímenes... El mundo entero asistió impotente a esta agresión salvaje de la "perla del Adriático", que había sido incluida por la Unesco en la lista del Patrimonio de la humanidad. Entre octubre de 1991 y agosto de 1995, murieron cerca de doscientos soldados croatas en Dubrovnik, y unos cien civiles perecieron a causa de los bombardeos. El balance fue desastroso: millares de obuses asolaron las iglesias, los palacios, las mansiones históricas. Uno de cada tres edificios se vio afectado y una decena de casas fueron totalmente destruidas. Más de 2.000 impactos de bala en los muros, centenares de avenidas agujereadas por las explosiones de las bombas. Pero ni un pedazo de muralla fue destruido: "La libertad no se vende ni por todo el oro del mundo" es el lema ancestral de esta ciudad. Hoy, Dubrovnik ha reencontrado la libertad. Las huellas físicas de la guerra casi han desaparecido. Los tejados han sido reparados. La prosperidad está cada vez más al alcance de la mano con el paso de los años, como consecuencia de la apertura al turismo Topografía: Si bien la ciudad-antigua, rodeada de murallas, es bastante pequeña. Dubrovnik en su conjunto se extiende hasta bastante lejos, ocupando las laderas de las montañas, hasta el mismo borde del mar, y desbordándose hasta las penínsulas que la rodean, hacia el norte hasta Lapad y los suburbios de Gruz, el barrio del puerto nuevo (3 km al norte del casco antiguo). Al sur, la montaña cae tan bruscamente sobre el Adriático que es imposible que la ciudad se extienda en esa dirección. Los grandes hoteles están en la península de Lapad, Babin Kuk y alrededor del puerto de Gruz.

*El palacio de Dioclesiano El Palacio de Diocleciano es un monumento construido en la ciudad de Split. El monumento fue edificado por encargo del emperador Diocleciano entre los siglos III y IV AD. Diocleciano mandó a construir este palacio para pasar sus últimos días luego de su abdicación en mayo del 305 AD. Hoy, el palacio se ha transformado en el corazón de la ciudad de Split y a su alrededor pueden ser encontrados todos los edificios y monumentos importantes de la ciudad. El palacio se encuentra muy bien conservado y es reconocido como uno de los lugares arquitectónicos más bellos de la costa adriática de Croacia. En 1979 la Unesco declaró al conjunto histórico de Split, incluyendo el palacio de Diocleciano, como Patrimonio cultural de la Humanidad. Arquitectura: La superficie del palacio está conformada por un rectángulo irregular con torres que se proyectan en las fachadas al este, oeste y norte. El palacio combina características de una lujosa villa con aquellas de un campo militar. El palacio se encuentra amurallado y en sus tiempos logró albergar hasta 9000 personas. Solamente la fachada sur del palacio, la cual se encuentra mirando hacia el mar, no se encuentra fortificada. Cada una de las fachadas cuenta con un portón de acceso que guía hasta un patio privado. El portón de la fachada sur es un poco más pequeño, probablemente era utilizado para el acceso del emperador hacia los botes o quizás para el ingreso de mercaderías que llegaban desde los botes. Un columnado monumental forma el acceso norte hacia los apartamentos imperiales. Además da acceso hacia el mausoleo de Diocleciano hacia el este (hoy convertido en la Catedral de Split) y hacia tres templos al oeste (dos actualmente están perdidos y el tercero fue convertido en baptisterio). El palacio está construido con piedra caliza y mármol de alta calidad

* Parque Nacional de los Lagos de Plitvice Es el más conocido de los parques nacionales croatas. Está situado en la región de Lika, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1979, con una ampliación en 2000. El parque tiene una superficie cercana a las 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro del parque, son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicada por 92 cataratas y cascada. La vegetación se compone en un 90% de hayas. La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera, los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas. Este parque suscita también gran interés entre los turistas por los acontecimientos que tienen lugar allí, como por ejemplo, las bodas al pie de las cataratas.

*Trogir Es un puerto y ciudad histórica en la costa del mar Adriático, en la región de Split-Dalmacia, Trogir se encuentra situado 27 Km. al oeste de Split La ciudad esta construida sobre una pequeña isla (aprox. 1Km²) situada entre el continente y la isla de Ciovo. El centro de la ciudad es considerado como Patrimonio de la humanidad. Cultura: Trogir mantiene una fascinante tradición de 2300 años de urbanismo. Su rica cultura mezcla influencias griegas, romanas y venecianas. Trogir posee una enorme cantidad de palacios, iglesias y torres, así como una fortaleza en una pequeña isla cercana. En 1997 fue inscrita en la lista de ciudades Patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Según el informe de esta institución: "La planta ortogonal de este asentamiento isleño data del periodo helénico y fue posteriormente embellecido por los sucesivos regidores con agradables edificios públicos y domésticos, así como fortificaciones. Sus bellas iglesias románicas se ven complementadas por sobresalientes edificios renacentistas y barrocos del periodo veneciano". Trogir es el complejo románico-gótico mejor conservado no solo del Adriático sino de toda la Europa central. El centro medieval de la ciudad de Trogir, amurallado, incluye un castillo con torre bien conservado y toda una serie de palacios de estilos románico, gótico, renacentista y barroco. La principal construcción de Trogir es la Iglesia de San Lorenzo, cuya entrada oeste es una obra maestra de Radovan, y la más destacada obra del estilo románico-gótico en Croacia. Los lugares más destacados son: Centro histórico de la ciudad, con cerca de 10 iglesias y numerosos edificios del S.XIII La Puerta de la ciudad (S.XVII) y las murallas (S.XV) La fortaleza de Kamerlengo (S.XV) El palacio ducal (S.XIII) La catedral de San Lorenzo (S.XIII) con la entrada oeste obra del maestro Radovan Los palacios de Cipico (grande y pequeño, S.XV) La logia de la ciudad (S.XV)

Fuente: Wikipedia
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