
Esto es un descubrimiento académico tan importante que hemos cambiado todo el paradigma y el conocimiento clínico de la vía en la que la inflamación se controla. Por ello nuestro trabajo fue publicado tan rápidamente, ya que los editores de la revista Cell comprendieron la importancia y la urgencia de nuestro descubrimiento. Esto cambia todo el paradigma de los actuales razonamientos sobre los métodos químicos que llevan al cáncer«, aclaró el Prof. Đikić.
Continuó diciendo que el equipo de investigadores de este descubrimiento demostró, también, que un tipo especial de cadenas se unen a moléculas NEMO que son necesarias para la activación de señales especiales de las vías. Así, resolvieron la estructura de esas moléculas, hecho que posibilita el diseño de nuevos inhibidores químicos que pueden tener efectos terapéuticos en el proceso de inflamación y en la enfermedad tumoral. El Prof. Đikić trabajó en la investigación con su colega el biólogo estructural Japance Socihi Wakatsuki. El proyecto duró alrededor de cinco años y fue realizado con el trabajo conjunto del equipo internacional de científicos de Alemania, Croacia, Japón y Gran Bretaña. Una parte importante de la investigación fue realizada en los laboratorios MedILSa en Split, en este proyecto trabajó la investigadora japonesa Fumiyo Ikeda, quien es la primera autora en el trabajo de Đikić. El Prof. Miroslav Radman y sus colaboradores identificaron las principales proteínas de reparación del ADN en las bacterias Deinococcus Radiodurans, que están adaptadas para sobrevivir en especiales condiciones extremas. Sus investigaciones precedentes se trataban sobre bacterias. En el trabajo publicado en otoño del año 2006 el equipo de Radmano describió el mecanismo por el que la bacteria Deinococcus sobrevive a su propia muerte. En la más reciente investigación el Prof. Radman y sus colaboradores Dea Slade, Ariel Linder y Gregory Paul describieron las proteínas principales que reparan el ADN dañado de la bacteria.
»Concluimos que el Deinococcus no evolucionó, es decir no inventó nuevas proteínas de reparación sino que utiliza lo previamente conocido pero de una manera mucho más eficaz«, aclaró el Prof. Radman.
Fuente: Fundación para la Emigración Croata