Playa, cultura y cenas aristocráticas 'low cost' a lo largo de la costa adriática de Croacia, guiados por las recomendaciones de nuestros lectores.
Parques naturales, monumentos históricos, gastronomía mediterránea y algunas de las mejores playas de Europa -nudistas incluidas- con las turquesas aguas del mar Adriático de fondo. Encantos que han convertido a Croacia en el destino veraniego predilecto para muchos viajeros, y que, sin embargo, no han disminuido un ápice su atractivo. Aunque sea un destino de moda, todavía sigue sin estar masificado. Los lectores de EL VIAJERO nos dan las claves para disfrutar de un auténtico paraíso sin cambiar de continente.
Una perla en el Adriático
Evidente, pero imprescindible, la ruta comienza en Dubrovnik y al borde del mar. Jordi Muñoz nos habla de esta "localidad bellísima y pequeña" que, inevitablemente, "en verano duplica su población". Lo sabe bien, residió durante cuatro años en ella. Como no podía ser de otra forma destaca "sus cristalinas y turquesas aguas así como sus limpias playas", pero fuera de la arena esta ciudad croata reserva muchos más encantos. Jordi recomienda su casco antiguo: "la puerta de Porec, la catedral, el monasterio, la farmacia medieval, la fuente de Onofrio".
Cena aristócrata 'low cost'
Variedad y calidad caracterizan la propuesta turística croata, pero lejos de aglomeraciones y marabuntas. De hecho, para Amaia Cubo "lo más llamativo es que a pesar de ser uno de esos países mediterráneos de buenas playas y temperaturas cálidas sigue sin estar masificado". Hay otro factor clave, el precio: "aún puedes cenar junto al Palacio de Diocleciano de Split (casa de descanso de este emperador romano que dio origen a la ciudad croata) sin que te tengas que quedar a fregar los platos". Amaia coincide, eso sí, en cuál es la auténtica joya de Croacia: "Dubrovnik. La perla del Adriático. Sin palabras, su apodo -la describe de maravilla".
Sin ropa en Istria
De nuevo al borde del mar, Carolina Mesones nos descubre "un paraíso nudista en Istria", la Playa de Funtana. "Aguas trasparentes y turquesas que nos transportarán en el tiempo a cualquier lugar del Caribe. La arena es blanca, aunque también hay zonas donde existe grava. Los servicios que ofrece son muy útiles para los bañistas. Además, las zonas verdes de este lugar de Croacia mezclan lo mejor del paisaje, naturaleza en estado puro, y aguas dignas de las mejores playas del mundo. Perfecto para disfrutar en verano".
Un campanario dentro del mar
Sin abandonar la península de Istria, ni la costa, Quique Rubín nos descubre una joya barroca entre las angostas callejuelas de Rovinj; "merece hacer un aparte". Para éste viajero "la Iglesia de Santa Eufemia es el monumento más importante y destacado de esta región, una iglesia barroca, que se encuentra en el centro de la ciudad, y que, gracias a sus 57 metros de altura, es visible desde casi cualquier punto de su entorno.
El encanto de esta villa metida en el mar, se renueva al caer el sol. "Es una ciudad con un impresionante ambiente nocturno", asegura Quique. "Por otro lado, ofrece la posibilidad de alquilar un barco y recorrer el mar Adriático, o visitar Venecia, ciudad que se encuentra a unos 80 kilómetros de esta región".
Cataratas Patrimonio de la Humanidad
El recorrido abandona las costas de arena blanca y aguas cristalinas para adentrarse en el interior croata, que merece y mucho la pena, pues esconde lugares como el que también ser recorrido, pues con paciencia y mantiene, o incrementa tampoco el Parque Natural de Plitvice. Cerca de Zagreb, Adrián Díez nos descubre esta reserva natural "que cuenta con 17 lagos en diversas alturas, conectados por impresionantes cascadas. Una maravilla de la naturaleza declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1979".
Fuente: El viajero, enviado por Arturo Stokic, para Cultura Croata
21 de julio de 2009
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