La isla de Vis se encuentra a 12 millas de la isla de Hvar, una pequeña extensión de 90km2, con tan sólo 3,400 habitantes aprox., su relieve evoca a la joroba de un camello rodeada de aguas cristalinas.
Si os apetece visitar este lugar, tan sólo necesitareis uno o dos días para ver todo su explendor, ya que unicamente cuenta con dos ciudades, Vis y Kormiza, aunque tambien existen pequeños pueblecitos para perdernos.
Hay que tener en cuenta un dato importante, ya que aunque Hvar y Vis están muy próximas no existe ningun ferry que las conecte, asi que si decidimos visitar ambas islas tendremos que salir desde Split hacia Hvar, alrededor de una hora de viaje y luego volver a Split para tomar otro ferry que nos lleve a Vis, unas dos horas y media de trayecto.
Para entender a esta isla nos remontamos a la época romana cuando Vis era Issa (lisa), en el S. III a.c fue conquistada por los romanos, posteriormente fueron multitud de civilizaciones las que se disputaron la isla, los bizantinos, el Imperio Carolingio, los venecianos, la República de Raguzza y por último el Imperio Otomano.
Vis ha sido un lugar estratégico por su situación, y su geografia, por ello tras la I Guerra Mundial fue ocupada por Italia, y ya en 1921 el Reino de Yugoslavia se hizo con el poder de la isla, a pesar de la renuncia de otra , Lastovo. Finalmente en 1989 tras la disolución de Yugoslavia, Vis se integró a Croacia. Josip Broz, Tito, se ocultó en una de las cuevas más famosas de este lugar, La Cueva de Tito, ya que fue su cuartel general durante la II Guerra Mundial, convirtiendola en una base naval de gran importancia. Hasta ese momento no se permitía el acceso a ninguna persona no nacida en la isla. Llegó a disponer de más de 30 edificios de carácter militar.
Este lugar en el que reina la tranquilidad se pueden realizar numerosas actividades, pero una de las más famosas es la de La Ruta de los Vinos, para ello podremos visitar Podspilje, en el que nos contarán la historia de los vinos más famosos de aquí, como el Plavac o el Vugaba. Veremos que las bodegas no cuentan con grandes avances tecnológicos, es una vuelta al pasado.
Si lo que buscamos es ambiente, explotación del turismo, fiestas, etc, nos hemos equivocado de isla, en Vis se disfruta del paisaje, de los viñedos, de comer una langosta en la terraza de una taberna, en fin de relax. Las calas están escondidas tras sendas de vegetación, y podemos alquilar una canoa para dar un paseo marítimo. Veremos sus termas y un foro romano.
A la hora de comer encontramos verdaderos manjares del mar, uno de sus platos estrella es la Pogaca od slane ribe, un torta de pan y sardinas. En Vis la sardina es la protagonista de numerosos bocados acompañados de la hogaza de pan y de las Krostule, un postre hecho de pasta con ciruelas y licor.
Para viajar de la ciudad de Vis a Komiza, la otra ciudad del islote utilizaremos un autobus que une ambos emplazamientos. Otra excursión nos lleva a unos 5 Km. De Komiza hacia el mar, situado en el islote de Bisevo, podremos ir en barca al lugar, es La Gruta Azul o Modra Spilja, que se descubrió en 1884, es un espectáculo de luz y agua, el sol refleja en el mar creando unos destellos que se introducen hacia la cueva, adquiriendo tonos plateados y malva, algo único.
Fuente: La Croacia
23 de agosto de 2009
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