En Border Post (2006), Grlic utilizó la promiscuidad de los soldados yugoslavos como catalizador paródico de lo que sería el comienzo de la escisión del país. En su nuevo trabajo, Just Between Us, las relaciones románticas y sexuales se ubican en el centro de esta historia acerca de cinco personas cuyas vidas se entremezclan de una manera provocativa e inesperada.
Nikola (Miki Manojlovic) es un hombre de negocios hedonista de 50 años al que le gustan las mujeres jóvenes a pesar de estar casado con la dentista Anamarija (Daria Lorenci). Anamarija lleva años intentando quedarse embarazada de Nikola y lo consigue justo en un momento en el que su matrimonio está pendiente de un hilo por culpa de las infidelidades de Nikola. Su hermano pequeño Braco (Bojan Navojec) es un profesor de universidad que representa al "eterno adolescente" irresponsable al que su mujer Marta (Ksenija Marinkovic), cajera en un banco y dos años mayor que él, acaba de abandonar por un hombre más joven. Por último, Latica (Natasa Dorcic) es una farmacéutica que tiene un hijo de cinco años con Nikola y que lleva una relación secreta con él.
Las sofisticadas escenas de sexo se convierten en la columna vertebral de los personajes y del desarrollo de sus relaciones y esto es lo que mejor se le da a Grlic. Podemos saber más de estos cinco personajes observando cómo hacen el amor y con quién lo hacen que a través del diálogo o del ambiente que les rodea. A Grlic no le interesa criticar a la sociedad o a la institución del matrimonio, no le interesa introducir valores morales y dar su punto de vista; el director presenta sencillamente a gente real con muchas debilidades y puntos positivos que nos atraen hacia ellos. Estos personajes acaban haciendo daño a los que quieren al actuar movidos por sus pasiones y eso es algo con lo que todos nos podemos identificar.
La película cuenta con unas interpretaciones sólidas: Manojlovic nos recuerda el estatus de culto que se ganó en The Melody Haunts My Memory (1981), un film alimentado por las escenas sexuales, si bien los elogios son para Dorcic al interpretar a la bella e infeliz Latica de la manera más ingeniosa. Su registro de emociones en increíble en dos escenas clave y su enfrentamiento con Anamarija es el punto más álgido de la película.
El equipo técnico es perfecto y cuenta con la fotografía de Slobodan Trninic, que consigue capturar las calles, cafés y diferentes espacios residenciales del Zagreb moderno, con la producción profesional del director de diseño Ivo Husnjak y con la música de Alan Bjelinski y del veterano Alfi Kabiljo, una música que el director ha sabido usar de manera funcional y discreta. La dirección es algo "chapada a la antigua", pero eso es lo que necesita una película de estas características, pues este enfoque garantiza la precisión y el encarrilamiento adecuado para un guión con distintos niveles y diálogos animados y convincentes.
Vladan Petkovic para Cineuropa
No hay comentarios:
Publicar un comentario