Cursó sus primeros estudios en Osijek, cambiando su idea inicial de convertirse en sacerdote por el estudio de materias técnicas. Eligió la química, probablemente porque esperaba encontrar trabajo en la refinería de azúcar recientemente abierta en Osijek. Asistió a la Escuela Técnica Superior de Karlsruhe, donde estudió química orgánica y físico-química bajo la tutoría de Fritz Haber. Posteriormente asistió a la Universidad de Basilea e impartió clases de química orgánica en el Instituto Federal de Tecnología de Zúrich.
En 1906 comenzó sus estudios de química en el Technische Hochschule de Karlsruhe, en Alemania, y los continuó en la Universidad de Basilea, Suiza. En 1926 se trasladó desde el Instituto de Tecnología de Zurich, donde trabajaba con Hermann Staudinger, a la Universidad de Utrech, en Holanda, donde trabajó como profesor, para regresar tres años después de nuevo a Suiza. Obtuvo la cátedra de Química Orgánica en el politécnico de Zurich.
Sus primeros trabajos se centraron en los hidrocarburos derivados del isopreno, que se emplean en la fabricación de caucho sintético, y que en la naturaleza forman parte de los terpenos y los esteroles. Su investigación sobre los terpenos fue muy profunda; pudo comprobar que en la naturaleza se encuentran en forma líquida formando parte de aceites esenciales de origen vegetal, y en sustancias de origen animal, como el almizcle. Hoy día son sustancias muy empleadas en perfumería.
Su investigación química le llevó a determinar el número de átomos de carbono, entre 15 y 17, y la estructura molecular, en forma de anillos, de los terpenos del almizcle y de la algalia, que es una sustancia aromática que produce la bolsa anal de la civeta. Este hallazgo fue bastante revolucionario, en tanto que se pensaba que ningún compuesto con más de ocho átomos de carbono podría tener estabilidad.
Ruzicka investigó también la estructura y la síntesis de las hormonas masculinas testosterona y androsterona, que sintetizó a partir de colesterol. Al descubrir que las hormonas podían ser sintetizadas a partir de un esterol neutro, se resolvió el problema de la producción sintética de hormonas. Estos descubrimientos le valieron el Premio Nobel de Química de 1939, que compartió con el químico Adolf Butenandt.
Ruzicka tenía la capacidad de transmitir una gran ilusión científica a todos los miembros de su equipo de investigación, los cuales le compensaron luego transformando sus sueños "jóvenes" en realidad. Varias firmas se interesaron por los trabajos que se realizaban en el laboratorio de Ruzicka, tanto farmacéuticas como cosméticas (perfumería). La firma Ciba fue una de ellas y en 1930 consiguieron éxitos industriales importantes en el campo de las hormonas sexuales masculinas. En 1937 la Fundación Rockefeller realizó importantes aportaciones financieras para la investigación de triperpenos, esteroides y otros compuestos naturales. Ruzicka tiene en su haber siete premios y medallas de varias instituciones, es miembro honorario de más de 20 sociedades científicas, y es doctor honoris causa por varias universidades.
Fuente: Biografías y Vidas
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