19 de julio de 2010

Crnci de Zvonimir Jurić y Goran Dević se presentará en el Festival de Cine de Motovun - Croacia


Sinopsis: En tiempos de guerra una ciudad se encuentra sitiada. Se acaba de firmar la tregua y la brigada conocida como los "Negros", encargada de los trabajos sucios, tiene que disolverse. Ivo, el comandante, ha perdido a tres de sus soldados y prepara una actuación para recuperar los cadáveres del bosque donde fueron acribillados. A pesar del alto el fuego, Ivo vuela la presa causando una catástrofe en terreno enemigo. Los supervivientes de la brigada, torturados por las dudas y la culpabilidad, entran en acción. En el campo de
batalla encontrarán al enemigo que habían estado buscando en el sitio más inesperado: su interior.

Ficha de la película :
Título internacional: The Blacks
Título original: Crnci

Año: 2009
Género: ficción
Dirección: Zvonimir Jurić, Goran Dević
Duración: 75'
Guión: Zvonimir Jurić, Goran Dević
Reparto: Ivo Gregurevic, Kresimir Mikic, Franjo Dijak, Rakan Rushaidat, Niksa Butijer, Emir Hadzihafizbegovic
Fotografía: Branko Linta
Montaje: Vanja Sirucek
Escenografía: Mladen Ozbolt
Vestuario: Ivana Zozoli
Productor: Ankica Juric-Tilic
Producción: Kinorama, Hrvatska radiotelevizija (HRT)



Film Focus
Tras muchas películas sobre la guerra de los Balcanes, por fin llegá una producción croata que relata los crímenes perpetrados por su propio ejército - Por Vladan Petkovic.

Cuando la guerra civil entre Croacia y Bosnia terminó en 1995, surgieron varias películas que trataban el argumento, como Pretty Village Pretty Flame, de Srdjan Dragojevic, No Man's Land, de Danis Tanovic, que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, Grbavica, de Jasmila Zbanic, premiada en Berlín, y The Living and the Dead, de Kristijan Milic. Sin embargo, nadie se preocupó en describir los crímenes de sus respectivos ejércitos, como este año han hecho Goran Devic y Zvonimir Juric en The Blacks.

El título se refiere a una formación paramilitar imaginaria que a su vez tomaba su nombre de una unidad existente del ejército del régimen fascista que gobernó Croacia durante la 2ª Guerra Mundial, autora de atrocidades contra la población serbia residente en Croacia y en Herzegovina. Enlazando sucesos de 1941 con otros de 1992 acaecidos en la población natal de Juric, Osijek, los realizadores han construido la historia en torno al caso del garaje, por el cual Branimir Glavas, antiguo responsable de defensa de dicha ciudad, fue condenado a diez años de prisión por torturar prisioneros de guerra serbios. Actualmente, Glavas vive en Bosnia, que ha negado su extradición.

Como era de esperar, The Blacks ha provocado una gran polémica entre el público croata durante su proyección en el Festival de Pula, sufriendo en particular los ataques de las facciones más reaccionarias, para los cuales Glavas es un héroe.

La escena inicial muestra a seis soldados de uniforme negro que intenta orientarse en un bosque, donde varios compañeros suyos han sido heridos. Tienen un nuevo miembro, un minero que no será lo que parecía. De repente, se desencadena un tiroteo, que da lugar a un flashback que durará el resto del metraje.

Los soldados se encuentran en sus barracones, matando el tiempo mientras esperan nuevas órdenes. Algo va mal, pero el público no consigue saber qué es. De repente, el batallón intercepta una radio serbia que a su vez había captado un mensaje enviado por un grupo de soldados croatas que pedían ayuda. Entonces, deciden salir a rescatarlos.

Juric y Devic tensan el opresivo ambiente con largas secuencias de los pasillos de los barracones, una fotografía muy granulada, pocos diálogos y un intermitente zumbido por banda sonora. Escuchamos que los personajes hablan de un garaje. Aunque en ningún momento se menciona la tortura de prisioneros en un garaje, tan sólo esta palabra consigue provocar sensaciones muy desagradables en cualquier persona que conozca la guerra de los Balcanes.

Cuando se enciende la luz del maldito garaje, no hacen falta las palabras. Es ésta una película que dice mucho más sobre los crímenes de guerra que cualquiera de las producciones repletas de sangre que suelen confeccionar en Croacia, Serbio o Bosnia.

Además de la gran fotografía de Branko Linta, el excepcional reparto, que incluye a Ivo Gregurevic, Emir Hadzihafizbegovic, Franjo Dijak, Kresimir Mikic, Rakan Rushaidat y Niksa Butijer, mantiene tenso el ambiente durante toda la película, a través de unas actuaciones planas y poco dadas a las emociones.

The Blacks ha sido producida por Ankica Juric-Tilic para Kinorama y será distribuida por parte de Continental Film. Tras el Festival de Pula, donde ganó el premio al mejor director, y de Sarajevo, la película será proyectada en numerosos certámenes, como el húngaro Cinepecs, Ljubljana, Mumbai, Cottbus, el Auteur de Belgrado, Crossing Europe en Linz y IndieLisboa.

Entrevista con Zvonimir Juric, Goran Devic • Directores

“Queríamos hacer una película espeluznante”

Goran Dević, uno de los directores más conocidos de Croacia, y el gran maestro Zvonimir Jurić han realizado una cinta sin precedentes sobre los crímenes de su propio pueblo.

Cineuropa: ¿De dónde nació la idea de The Blacks? ¿Cuándo decidieron conectarla con el caso del garaje?
Zvonimir Juric: No tenía una idea consciente sobre los crímenes croatas, ya que estoy completamente absorto por la historia cuando escribo y espero que se vea mi espíritu anti-nacionalista. No consideré ningún tema que fuese potencialmente complejo, ya que no consigo trabajar en algo que me es totalmente indiferente. No creo que sea bueno generalizar en base al concepto de nación y espero que las naciones como tales desaparezcan.

Personalmente, no me he ocupado sobre los hechos en sí – los asesinatos del garaje – ni quería ser fiel a ellos. Tan sólo quería ser complejo sobre ellos. En la película, no explicamos por qué o cómo pasaron esas cosas. Queríamos hacer una película espeluznante y eso es algo que podemos hacer si no explicamos todo. Por ello, seguimos el principio de Alien, un monstruo es mucho más fuerte y aterrador mientras menos lo ves.

Goran Devic: Sinceramente, no recuerdo cómo se coló el tema del garaje en el guión. Si ves mis películas anteriores, podrías pensar que es algo que traje yo, pero a día de hoy no puedo ni confirmarlo ni negarlo.

¿Cómo os dividisteis la dirección de la película? ¿Qué aportasteis el uno al otro?
Zvonimir Juric: Problemas, dolor, satisfacción, felicidad, apoyo, dudas, sorpresas.

Goran Devic: Zvonimir me dio una especie de red de seguridad sobre la que podía lanzarme sin problemas, lo cual no puedes hacer cuando eres el único director.

Se han hecho muchas películas sobre la guerra en Croacia y en Bosnia durante los últimos quince años, pero sólo ahora, con The Blacks y Ordinary People, algunos directores están describiendo los crímenes cometidos por sus propios países. ¿Creéis que existe una especie de auto-censura en los directores croatas, para que no ataquen al estado y la Iglesia?
Zvonimir Juric: No se han hecho películas de este tipo porque la percepción dominante entre los croatas es que ellos fueron las únicas víctimas de la guerra. La Iglesia y el sagrado nuevo Estado son cimientos incuestionables de este espíritu croata, lo cual se refleja en el cine. O, quizás, el cine haya contribuido a formar esta percepción.

Goran Devic: Le gente tiende a olvidarse de los documentales. Se han hecho muchos documentales que tratan este tema. Creo que el cine de ficción es más cobarde porque necesitan más dinero, por lo que la auto-censura es más potente.

Las largas secuencias de The Blacks se adaptan perfectamente al ambiente claustrofóbico. ¿Por qué os decantasteis por ese acercamiento?
Zvonimir Juric: Queríamos hacer una película potente, una que te golpease con un martillo en la cabeza, como Alien. La mejor manera de hacerlo era tener pocos actores, encerrarlos en un espacio y no cargar demasiado el montaje. En cambio, dejas las partes de silencio y vacío que normalmente eliminarías en el montaje. Así, se convierten en una parte importante del ambiente. Creo que ha sido esencial jugar con el espacio que está fuera del encuadre. El espectador no podía ver todo, sino que le arrastramos a la escena con los personajes.

Goran Devic: Creo que la decisión de no modificar el espacio donde rodamos ha sido esencial. Simplemente, es más fácil construir un ambiente en un espacio real que aplicarlo a uno que no existe. En esos casos, confío en mi intuición. Sentía el espacio del mismo modo que cuando estaba en el ejército, lo cual era perfecto. En cuanto al encuadre, pensamos que el concepto de secuencia larga era útil para la película, lo cual terminó siendo ideológicamente correcto, ya que se miente menos. Si no lo haces bien, puede ser contraproducente ya que el espectador tiene la sensación de que hay alguien, alguien que se encarga de conducir todo. O sea, un pobre director.

Trailer:


Fuente: Cineuropa

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