Hace 44 años, Kruščica desapareció bajo un largo artificial creado para abastecer a una central hidroeléctrica. Cuando se lo vacía para realizar tareas de mantenimiento, las viejas construcciones salen a flote.Cada diez años aproximadamente la aldea croata de Kruščica emerge de las aguas. Ocurre cuando se vacía el pantano que la sumergió hace 44 años.
Para los antiguos habitantes del poblado es la oportunidad de volver al lugar donde crecieron.
Para Mate Balenovic estas piedras están llenas de recuerdos: “Aquello era su casa, y ahí estaba el establo. Allí estaba la tienda de Ivan Patracin que vendía cerveza, tabaco, harina, café. Abajo había una planta de trillado donde se trillaba el grano con caballos, con el método tradicional” cuenta conteniendo la emoción.
La aldea tenía unos 350 habitantes cuando fue desalojada.
La planta hidroeléctrica ha terminado las tareas de mantenimiento y se vuelve a llenar el pantano.
“Bueno, tengo setenta años ahora… Si consigo vivir otra década quizás pueda volver a ver mi pueblo” comenta Balenovic.
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