"Queridos hijos, mi corazón de madre sufre tremendamente cuando veo a mis hijos que persisten en poner lo que es humano antes de lo que es de Dios, a mis hijos que, a pesar de todo lo que los rodea, y a pesar de todas las señales que se les envían creen que pueden caminar sin mi hijo. No pueden! Solo están caminando a la perdición eterna. Es por eso que los convoco, aquellos que esten dispuestos a abrir tu corazón a mí, que están listos para ser apóstoles de mi amor, para ayudarme; para que, viviendo el amor de Dios puedan ser un ejemplo para aquellos que no lo conocen. En Mayo, el ayuno y la oración les dará la fuerza para eso y yo los bendigo con bendición maternal en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Gracias."
Nuestra Señora estaba muy triste...
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