5 de junio de 2011

El cardenal mártir Stepinac, el otro protagonista del viaje del Papa a Croacia


El gobierno comunista de Tito acusó en 1946 al arzobispo de Zagreb, Aloysius Stepinac, de colaborar con los fascistas durante la II Guerra Mundial y lo condenó a 16 años de prisión.
Sin embargo, el arzobispo había denunciado durante la guerra el genocidio que los nazi-fascistas estaban cometiendo contra serbios, judíos y gitanos.
Tras la guerra, Stepinac se convirtió en un personaje incómodo también para Tito, por su audaz defensa de la libertad religiosa.

Por eso pasó cinco años en la cárcel y nueve de arresto domiciliario. Murió de una extraña enfermedad en 1960, probablemente tras ser envenenado.
Juan Pablo II lo declaró mártir porque pagó con la sangre su oposición a doctrinas que negaban la fe y la dignidad humana.
Benedicto XVI rezará ante su tumba en la catedral de Zagreb tras reunirse con los obispos croatas.

Alojzije Viktor Stepinac, 8 de mayo de 1898 - 10 de febrero de 1960, fue un cardenal católico de Croacia que fue arzobispo de Zagreb desde 1937 hasta 1960. Presidió la Iglesia católica croata durante la Segunda Guerra Mundial, período en el que colaboró con la ocupación del Eje, en particular con la Ustasha que dirigía el Estado Independiente de Croacia (NDH), un Estado títere nazi establecido en la Yugoslavia ocupada. En 1946, las autoridades yugoslavas lo declararon culpable de colaboración con el movimiento fascista Ustasha y de complicidad al permitir la conversión forzosa de los serbios ortodoxos al catolicismo. Fue condenado a 16 años de prisión, pero después de cinco años fue puesto en libertad y se le ofreció la opción de la emigración o el confinamiento en su parroquia natal de Krašić, eligiendo Stepinac esta última. En 1952 fue nombrado cardenal por el Papa Pío XII, y en 1998, Juan Pablo II lo declaró beato mártir, levantando una gran controversia

Juventud
Stepinac nació en la aldea de Brezarić, en la parroquia de Krašić. Hijo de Josip Stepinac y Barbara, fue el quinto de ocho hijos en una familia de campesinos. En 1909 se trasladó a Zagreb, donde completó su formación escolar. En 1916 fue reclutado en el ejército austro-húngaro, desplazándose a Rijeka para una instrucción de seis meses.2 Posteriormente, fue enviado a servir en el frente italiano durante la Primera Guerra Mundial. En julio de 1918 fue capturado por los italianos, que lo mantuvieron como prisionero de guerra durante 5 meses.3 Tras su liberación se integró en las fuerzas yugoslavas, regresando a su casa en la primavera de 1919.

En 1924, viajó a Roma para estudiar para el sacerdocio en el Colegio Germánico. Durante sus estudios allí trabó amistad con el futuro Cardenal Franz König.4 Fue ordenado sacerdote el 26 de octubre de 1930 por el arzobispo Giuseppe Palica, en una ceremonia en la que también participó Franjo Šeper. El 1 de noviembre, dijo su primera misa en la Basílica de Santa María la Mayor, y en 1931 se convirtió en clérigo de una parroquia de Zagreb.

Arzobispado
En 1934 fue nombrado Obispo coadjutor de la sede de Zagreb, siendo uno de los firmantes del memorando de Zagreb, exigiendo al rey Alejandro I de Yugoslavia, que había establecido una dictadura real, la liberación de Vladko Maček y otros políticos croatas, así como una amnistía general.5 Además, las autoridades yugoslavas le negaron el acceso para visitar a Maček en prisión.

El 7 de diciembre de 1937 falleció el arzobispo Anton Bauer, y aunque aún tenía menos de 40 años, Stepinac le sucedió como arzobispo de Zagreb. Durante la Cuaresma de 1938 Stepinac dijo, dirigiéndose a un grupo de estudiantes de la Universidad de Zagreb: "El amor hacia la propia nación no puede convertir a un hombre en un animal salvaje, que lo destruye todo y se convierte en vengativo, sino que debe ennoblecerle, para que su propia nación asegure el respeto y el amor por las demás naciones."

Segunda Guerra Mundial
Stepinac fue arzobispo de Zagreb durante la Segunda Guerra Mundial en el Estado Independiente de Croacia (NDH), un estado títere formado por las Potencias del Eje en parte del territorio de Yugoslavia después de la invasión de abril de 1941. Un movimiento fascista de extremistas croatas, la Ustaša, regía el estado. En los primeros días de este régimen Stepinac, al igual que otros líderes influyentes de Croacia apoyaron el nuevo Estado y acogieron con satisfacción la desaparición del Reino de Yugoslavia. El 10 de abril de cada año, durante la guerra se celebró una misa para celebrar la proclamación del estado. Aunque la mayoría de los estados, incluido el Vaticano, nunca reconocieron al NDH como una nación soberana, Stepinac exhortó públicamente a su jerarquía a orar por la nueva entidad, y le pidió a Dios por el líder Ustaša Ante Pavelić y por el bien de la nación.

En sus informes al Vaticano, Stepinac siempre habló favorablemente sobre el régimen, además de declarar su animadversión hacia los serbios, cuya religión (la ortodoxa), según él, constituía "la maldición más grande de Europa".7 Este período coincidió con el inicio del exterminio sistemático de serbios a cargo de las milicias ustashi.

Durante el período de mayor actividad genocida de los ustashi, el 14 de mayo de 1941 Stepinac envió una carta de protesta a Pavelić, solicitando que "en todo el territorio del Estado Independiente de Croacia, que ni un solo serbio sea asesinado sin haberse probado la culpabilidad que le ha hecho merecedor de la muerte".8 El 24 de mayo de 1942 irritó a los funcionarios Ustasha, cuando utilizó el púlpito para condenar el genocidio, aunque sin hablar explícitamente de los serbios.9 También se dirigió a Pavelić para expresarle su preocupación por las atrocidades que se estaban cometiendo en el Campo de concentración de Jasenovac, considerado el campo de exterminio más cruel de todos los tiempos.

Stepinac colaboró también en la conversión de serbios ortodoxos al catolicismo, lo que en muchos casos significaba que conservaran la vida. Es en esta época cuando surgen las mayores controversias sobre la actitud de Stepinac: muchos lo consideran un colaborador directo del régimen genocida de Pavelić, mientras que otros sostienen que salvó de la muerte a miles de judíos a los que dio protección y ayudó a escapar.

Posguerra
Stepinac fue el único líder religioso de alto rango en Zagreb que sobrevivió a la guerra; los líderes judío (Miroslav Salom Freiberger, enviado a Auschwitz), ortodoxo (Dositej Vasić) y musulmán (Ismet Muftić, fusilado por los Partisanos) no sobrevivieron al conflicto.

Tras la caída del fascismo, Stepinac fue detenido por el ejército yugoslavo el 17 de mayo de 1945, pero fue liberado tras la intervención de Tito el 2 de junio siguiente. No obstante, su oposición al comunismo le llevó a enfrentarse en reiteradas oportunidades al régimen, por motivos como la expropiación de los bienes de la iglesia o el (según Stepinac) "asesinato masivo de religiosos desde que los comunistas tomaron el poder". Tito dijo, en un diario belgradense, que Stepinac "había declarado la guerra a Yugoslavia". En enero de 1946, Yugoslavia solicitó a la Santa Sede el traslado de Stepinac a otro país, pero la petición fue denegada


Juicio y encarcelamiento
Stepinac fue arrestado el 18 de septiembre de 1946. Las autoridades yugoslavas le acusaron de colaboración con las fuerzas de ocupación, relaciones con el régimen genocida ustashi, colaboración como agitador religioso, conversiones forzosas de serbios ortodoxos al catolicismo a punta de pistola y alta traición contra el gobierno yugoslavo. Su juicio, junto con otros colaboradores y funcionarios del gobierno de Pavelić, que había huido a Argentina, se inició el 30 de septiembre. Durante el proceso, Stepinac defendió su actuación durante la guerra, dijo que las conversiones religiosas se realizaron de forma voluntaria y que nunca fue un Ustaša. La fiscalía desmontó todas sus alegaciones, y el 11 de octubre de 1946 fue declarado culpable de alta traición y crímenes de guerra, y condenado a 16 años de cárcel.

Fue ingresado en la prisión de Lepoglava, mientras en el mundo se producía una división sobre su juicio. Allí fue visitado por el presidente de la República Socialista de Croacia, Vladimir Bakarić, que se ofreció para enviar a Tito una petición de amnistía para Stepinac. Después de cinco años de prisión, donde recibió tratamiento preferente en reconocimiento de su condición clerical, Aloysius Stepinac fue puesto en libertad en un gesto de conciliación por parte de Tito, con la condición de que, o bien se retiraba a Roma o se limitaría a desempeñarse en su parroquia natal de Krašić. Se negó a salir de Yugoslavia, y optó por vivir en Krašić, adonde fue trasladado el 5 de diciembre de 1951.

Durante su estancia en prisión se publicó el libro Magnum Crimen, escrito por el historiador y ex-sacerdote católico Viktor Novak, y en el que denunciaba el papel de la iglesia croata en el holocausto cometido en el NDH, dedicando buena parte del mismo a la figura de Stepinac, a quien consideraba cómplice por su colaboración con el régimen ustashi

Últimos años
El 29 de noviembre de 1952 fue nombrado cardenal por el Papa Pío XII, en respuesta a lo cual Yugoslavia rompió relaciones diplomáticas con el Vaticano el 17 de diciembre siguiente.

En 1953 le fue diagnosticada policitemia, un trastorno sanguíneo, y falleció en 1960, víctima de una trombosis, siendo enterrado en Zagreb.

El 9 de octubre de 1981 el Vaticano inició su proceso de beatificación, y el 11 de noviembre de 1997 fue declarado mártir por el Papa Juan Pablo II, quien también lo beatificó en Marija Bistrica el 3 de octubre de 1998. La Iglesia ortodoxa serbia y el Centro Simon Wiesenthal protestaron formalmente e intentaron impedir, sin éxito, la decisión de la Santa Sede.

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