Las negociaciones han sido las más largas para un aspirante al ingreso
Cerca de 4,5 millones de electores son llamados este domingo a las urnas para votar la entrada de Croacia en la Unión Europea, prevista para el 1 de julio de 2013.
Según las últimas encuestas, un 60 por ciento apoya el ingreso del país balcánico en la UE, aunque sondeos anteriores habían mostrado una ligera caída de la aprobación popular.
El respaldo a la adhesión comunitaria procede de las principales organizaciones políticas, culturales, económicas, sindicales y religiosas del país, que han logrado disminuir el recelo ciudadano.
El Parlamento adoptó el jueves con 127 votos a favor y uno en contra una declaración en que califica la entrada en la UE como de interés nacional estratégico.
A su vez, la Academia Croata de Ciencias y Artes llamó a los ciudadanos a votar a favor de la entrada y lo mismo hicieron los sindicatos, la Iglesia católica, asociaciones de veteranos de guerra, la Unión de Empresarios y los más importantes economistas y científicos croatas.
La ministra de Exteriores, Vesna Pusic, dijo un debate en la radio nacional que en caso de un "no" croata, la calificación de la deuda pública caería a la categoría de bono basura, y posiblemente no podrían ser pagadas las pensiones.
A raíz de este comentario, una asociación "anti-UE" ha presentado contra ella una acusación judicial por intimidación del público.
Las negociaciones sobre el ingreso croata concluyeron en julio de 2011, tras más de seis años de duración, y el Tratado de Acceso fue firmado en Bruselas el 9 de diciembre pasado.
Para que Croacia se convierta en el 28 país comunitario es necesario que, al menos, más del 50 por ciento de sus electores den mañana el voto positivo en las urnas.
Contra la entrada abogan agrupaciones de ultraderecha y ultraizquierda, los primeros, argumentando que Croacia perderá su soberanía ganada con tantas víctimas humanas hace tan solo 20 años, tras la desintegración de Yugoslavia, que terminó con el comunismo.
Por su parte, la extrema izquierda arguye que la UE es un "superestado" neoliberal, que solo sirve a las corporaciones ricas, que explotarán a Croacia.
El gobierno y los partidarios del ingreso croata esgrimen a favor la garantía de una paz y estabilidad duraderas, mejores condiciones para el desarrollo económico, el fortalecimiento del Estado de derecho y la posibilidad de recibir fondos europeos para el desarrollo.
Fuente: RTve.es
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