15 de febrero de 2009

Inmigración Croata en Argentina

Generalmente las corrientes migratorias croatas en Argentina se dividen en tres, siendo las dos primeras similares y la tercera sin punto en común con las anteriores.

El primer período abarca desde 1870 hasta 1914.
En estos años los croatas emigraban principalmente de la costa dálmata, preponderantemente desde la franja que componen Split - Boka Kotorska —en el sur de Dalmacia— y sus respectivas islas —en especial Brač—. Su principal motivación en el momento de emigrar fue económica. Se distribuyeron en la ciudad de Buenos Aires, sobre todo en La Boca y Avellaneda y en las zonas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Formosa y también una importante cantidad en la Patagonia y Cuyo.

El segundo período corre de 1918 a 1935.
Luego de la Primera Guerra Mundial, la pobreza empujó nuevamente a los croatas a emigrar. Dalmacia siguió siendo la región con más emigrantes, aunque se le sumaron importantes contingentes de Istria y Herzegovina. Esta migración se distribuyó geográficamente por todo el país, tanto en las zonas agropecuarias como en los grandes centros urbanos.

La tercera corriente fue el resultado del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Emigrados políticos contrarios al régimen de Tito y la supremacía serbia fueron llegando hasta mediados de los años 60. De todas las regiones croatas y de todas las clases sociales, se afincaron principalmente en los grandes centros urbanos, siendo escaso el establecimiento en zonas rurales.

En “Aportes de la colectividad Croata en Argentina”, escribe Maja Lukač de Stier:

"La inmigración croata en la Argentina puede dividirse en tres etapas históricas.
La primera va de desde la aparición de los croatas en este suelo hasta la Primera Guerra Mundial. La segunda abarca el período entre ambas Guerras Mundiales, y la tercera se extiende desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. La primera y segunda etapa pueden considerarse como inmigraciones económicas, así como la tercera una inmigración política".

"La segunda etapa que abarca que el período marcado por las dos guerras mundiales se caracteriza por una inmigración bastante más caudalosa numéricamente. Se calcula que hacia 1939 había 150.000 croatas en la Argentina. (...) A esta segunda etapa pertenece también el aporte misionero de las órdenes religiosas que decidieron enviar asistencia espiritual a tantos croatas tan alejados de sus lugares natales. Aquí cabe destacarse la obra de los franciscanos croatas: frailes Leonard Rusković, Blaž Stefanić, Rafa Capurso y Gabriel Arko, así como las religiosas de San Vicente de Paul que llegaron a Buenos Aires en 1934 y se instalaron en condiciones casi infrahumanas en Dock Sud, donde –con ayuda de sacerdotes alemanes y algunas damas criollas- fundaron el Colegio Cristo Rey".

"Otro grupo de religiosas, de una orden puramente croata, las Hijas de la Misericordia llegan en 1936 a la Argentina y se dedicaron a la asistencia de los enfermos en el Sanatorio Rivadavia y en el Hospital Militar de Campo de Mayo, luego en el Hogar para Ciegos San José en la localidad de San Martín" (1)

Esta congregación fue fundada por la Beata María de Jesús Crucificado Petkovic. "La madre María de Jesús Crucificado nació en Croacia y murió en Roma. De joven ingresó en la Tercera Orden Secular de San Francisco, y con la Regla y la espiritualidad franciscana fundó la Congregación de las Hijas de la Misericordia para la educación de la juventud femenina. (...) Impulsada por su vivo deseo de ayudar a los necesitados, y siguiendo las orientaciones del obispo de Dubrovnik, monseñor Josip Marcelic, en el día de la Anunciación del año 1919 fundó la congregación de Hijas de la Misericordia, para «la educación e instrucción de la juventud femenina». El mismo obispo, en 1928, la erigió canónicamente como instituto de derecho diocesano. Al inicio la madre Petkovic dudaba entre la clausura y la actividad apostólica, pero optó por esta última, inspirada por las palabras de san Francisco: «No vivir sólo para sí mismo, sino también para el bien del prójimo». El 6 de diciembre de 1956 la congregación llegó a ser de derecho pontificio y fueron aprobadas sus Constituciones. (...) La fama de santidad, de la que gozó durante su vida, se confirmó también después de su muerte, acontecida en Roma el 9 de julio de 1966. Las Hijas de la Misericordia cuentan hoy (2003) con 429 religiosas, que trabajan en doce países de Europa y América. Se dedican a la educación de los niños y la juventud, a la asistencia a las personas ancianas y enfermas, y al apostolado parroquial. Fue beatificada en Dubrovnik (Croacia) por Juan Pablo II el 6 de junio de 2003, siendo la primera mujer de la Iglesia croata beatificada en los tiempos recientes" (2)".

La tercera etapa "se inicia al finalizar la Segunda Guerra Mundial, después de la tragedia nacional croata que fue la pérdida del Estado libre y soberano de Croacia, el genocidio de Bleiburg, las columnas de la muerte y los campos de concentración. A excepción del apoyo moral de la Santa Sede, únicamente la Argentina tuvo la generosidad y hospitalidad para recibir a esos refugiados políticos cuyo pecado más grave fue luchar por la autodeterminación de su pueblo. (...)
Así como en la segunda etapa, la tercera también tuvo una afluencia importante de religiosos croatas a la Argentina, especialmente la tradicional orden franciscana. Los frailes Urban Štefanić junto a Blaž Štefanić levantaron con gran esfuerzo el Instituto Cardenal Štepinać en Hurlingham, que en 1961 abre sus puertas al alumnado de escuela primaria. Debe destacarse también la tarea de los frailes Stjepan Rade, Vlaho Margaretić, Bonifacio Perović, Jozo Tibijaš, Ilija Kozina, Jozo Peranić, Stjepan Gregov, Ivan Gavran, Alexander Longin y especialmente la de Fr. Lino Pedišić, quien fuera además Secretario General de la Comisión Católica Argentina para los Refugiados, institución que depende del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Argentina y fundador del "Caritas Croata Cardenal Stepinac" (3).

Afirma la autora: "(...) las religiosas de San Vicente de Paul (...) llegaron a Buenos Aires en 1934 y se instalaron en condiciones casi infrahumanas en Dock Sud, donde –con ayuda de sacerdotes alemanes y algunas damas criollas- fundaron el Colegio Cristo Rey" (4).

Notas

*Lukač de Stier, Maja: “Aportes de la colectividad Croata en Argentina”, en Studia Croatica, 1986. Resumen en www.klapaba.com.
*S/F: "9 de julio BEATA MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO PETKOVIC (1892-1966) Fundadora de las Hijas de la Misericordia", en L´Osservatore Romano, edición semanal en lengua española, del 13-VI-03, reproducido en www.franciscanos.org.
*Lukač de Stier, Maja: op. cit.
*Ibídem

Actualmente, viven en Argentina más de 250 mil descendientes de croatas. La mayoría vive en el Gran Buenos Aires,en Ushuaia y en Santa Fe, donde ya llegan a la quinta generación. Argentina es el tercer país del mundo (después de Bosnia y Herzegovina y Chile) con más descendientes de croatas.

Fuente: Monografías.com y Wikipedia
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