La catedral de Santa Eufemia domina la urbe desde sus 57 m de altura, y está considerado el edificio barroco más grande de Istria. Fue construida cuando Rovinj servía de baluarte para la flota veneciana. Los restos de Santa Eufemia se trasladaron desde Constantinopla en el año 800 d.C., quinientos años después de que fuera martirizada; cada 16 de septiembre los devotos se reúnen alrededor de su tumba.
El acuario de Rovinj, de más de un siglo de antigüedad, alberga una excelente colección de fauna marina local, incluidos el venenoso pez escorpión y anémonas de muchos colores. El parque forestal de Punta Corrente, al Sur, resulta un lugar idóneo para nadar y contemplar el mar. Se puede llegar a Rovinj en autobús desde la mayor parte de las ciudades croatas y, en verano, en ferry desde Trieste (Italia).Fuente: La Croacia
