4 de septiembre de 2009

Niko Kranjčar, refuerzo de clase para el Tottenham

Me gustan los jugadores como Niko Kranjčar, criados en el buen toque de balón, que se mueven como pez en el agua en la media punta, que confían en su habilidad más que en su potencia para superar las líneas rivales. Sin embargo en el último encuentro del Porstmouth ante el Manchester City, al croata lo vi out del partido, demasiado falto de balón, aquello que nutre de vida y utilidad a este tipo de jugadores. Es un mal que afecta muy a menudo a estos futbolistas.

Tal vez el centrocampista tuviera la cabeza puesta en los últimos movimientos de mercado, y es que a última hora se cerró el fichaje de Kranjčar con el Tottenham a cambio de 2,5 millones de libras, convirtiéndose en el tercer refuerzo que llega al equipo de Harry Redknapp directamente desde el Portsmouth, ya que antes habían dado el mismo paso los delanteros Jermain Defoe y Peter Crouch.

El técnico de los Spurs quiere de esta forma asegurarse recambio para Luka Modrić, lesionado por unas seis semanas con una fractura en la pierna. Y es que ambos compatriotas comparten características de juego similares, basados en la fineza en el toque de balón y en participar en las llegadas al área desde atrás o desde la banda.

Kranjčar, que finalizaba contrato con el Pompey esta temporada tras llegar procedente del Hajduk Split, se reencontrará también con otro compañero de selección croata, el central Vedran Ćorluka. Se une de esta forma a uno de los equipos outsiders de la Premier inglesa, cuya ambición se ha traducido en la llegada masiva de jugadores de calidad. Por desgracia para Redknapp sin embargo, el club no ha podido cerrar otras contrataciones que tenía pendientes como eran David James (Porstmouth), Anton Ferdinand (Sunderland), Matthew Upson (West Ham) y Martin Petrov (Man City).

El volante es todo un símbolo del gusto croata por los playmakers de clase y protagonizó en su día un trascendente cambio de equipo entre los dos grandes de Croacia: dejó el Dinamo de Zagreb para enrolarse en el Hajduk Split. Esto generó mucha controversia en un tiempo en que Kranjčar era considerada la promesa más brillante del fútbol croata. Además, su padre Zlatko es toda una leyenda en el equipo de Zagreb, donde disputó 556 partidos y anotó 98 goles. En Split fue cariñosamente recibido y tuvo buenas actuaciones, pero el quinto puesto de un equipo que había ganado la Liga la tenporada anterior lo colocó en el punto de mira. Su mala actuación junto con su selección en el Mundial de Alemania del 2006 cerrarían el final de un círculo descendente.

A sus 25 años y tras haber mostrado volver a la línea ascendente tras la Eurocopa del 2008 y en el Portsmouth, el Tottenham parece un buen escenario para que Kranjčar supere sus altibajos y se convierta en un jugador más decisivo.

Fuente: Notas de Fútbol
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