5 de marzo de 2014

Puertos, islas y leyendas en las costas de Croacia


Desde la primera travesía se entiende la magia de la costa croata. Un laberinto de islotes y canales que permiten infinidad de rutas, desde la reconstruida Dubrovnik hasta Korcula, la isla donde se cree que nació Marco Polo.

Desde hace unos años, Croacia se ha convertido en uno de los destinos de moda del Mediterráneo. Para aquellos que ya no buscan la época dorada de la Riviera Francesa, ahora tienen la oportunidad de probar
las maravillas del mar moderno. Su mayor atractivo, a parte de la relativa novedad, es que por sus pueblos y sus paisajes no parece haber pasado el tiempo.

Aunque Croacia tiene muchos kilómetros de costa no es un destino de playa, ya que la mayoría son de guijarros y un poco abruptas. Sin embargo, es el destino ideal para navegar, tanto por su infraestructura, como por sus condiciones climáticas. Desde el barco se pueden visitar sus pequeñas islas, sus calas azul turquesa y unos paisajes con una vegetación mediterránea que cautivan.

La tarde en un pequeño café de Dubrovnik, donde está una de las bases de Sunsail y Aproache en Croacia, sirvió para planificar nuestra semana de navegación. Por las callejas de la ciudad vieja, la gente pasea orgullosa de su joven país. Cualquier mirador es un lugar perfecto para disfrutar de los tejados de las casas. Entre monumento y monumento, el cuerpo pide un reparador descanso, para disfrutar y parar de vez en cuando a tomar un rajika (licor a base de frutas) casero en alguna de sus terrazas.

Esta vez nuestra base se encuentra en ACI Marina a las afueras de Dubrovnik. Cuando salimos fuera del puerto y realizamos una primera travesía, se entiende la magia de esta costa. Un laberinto de islotes y canales que permiten infinidad de rutas. Al atardecer, la vista de Dubrovnik desde el mar hace pensar en una ciudad de cuento, con su muralla, sus iglesias y sus callejones imposibles. Ahora es más fácil entender su extraña forma de entender el urbanismo...

Sipan, isla de las águilas
Una vez elegido el lugar para atracar el barco, llega el momento de cocinar. Unas gambas salteadas al ajillo hacen competencia a los mejillones jugosos y un pulpo recién capturado entre las rocas. Los pescados también sirven para una buena barbacoa o para un guiso con tomates secos, para que se note la influencia de la vecina Italia. Por supuesto, los platos se acompañan con algún vino blanco de grasevina local.

Sipan es un sitio encantador, con unos cuantos restaurantes con vistas al mar y un puerto perfecto para una postal

Al anochecer, bajo un cielo donde no se pueden contar las estrellas, el barco zarpa del puerto rumbo a Sipan, la isla más grande del archipiélago de Elaphite, a 17 kilómetros al noroeste de Dubrovnik. El nombre dice mucho: la Isla de las Águilas. Es un sitio encantador, con unos cuantos restaurantes con vistas al mar y un puerto perfecto para una postal.

Parte de su encanto reside en el hecho de que este lugar fuera durante los siglos XV y XVI residencia de veraneo de los habitantes más pudientes de Dubrovnik. Poco queda de aquello, pero uno se puede imaginar muy bien la riqueza de aquellas villas y jardines. Pasear por sus caminos entre olivos, higueras y viñedos con el reflejo del sol en el mar es una experiencia para no olvidar.

Mljet, en la 'Odisea'
Cualquiera que navega por estas aguas, sabe que Mljet, o Meleda como la bautizaron los venecianos, es una de las joyas del Adriático. Dice la leyenda que Homero al describir en la Odisea la isla de Ogygia se basó en Mljet. En esta parte del relato, Ulises regresa de la guerra de Troya y conoce en la isla a la diosa Calipso, quien lo retiene en la isla siete años como su amante.

Aproache ofrece desde la base de Dubrovnik y desde Kremik la posibilidad de navegar en las flotillas de Sunsail, dirigidos por un barco líder que ayuda en todo momento, muy recomendable para principiantes y patrones que quieran soltarse.

Cada día tiene una sorpresa. Su vegetación exuberante, sus dos lagos llenos de misterio, o la amabilidad de sus gentes lo convierten en un lugar muy especial. Los lagos son en realidad dos entradas de mar formando una bahía. En uno de ellos hay una pequeña isla donde hay un monasterio benedictino del siglo XII. En estos lagos la salinidad es más baja que en el mar y la temperatura más alta con lo que es el momento perfecto para darse un chapuzón.

Korcula, realidad y leyenda
El viento predominante en verano proviene del norte y sopla en régimen de brisas suaves que normalmente no superan los 15 nudos, por lo que la navegación es muy confortable y fácil.

En Korcula, al cruzar la puerta de la muralla del siglo XIV, se percibe en el aire la energía de un lugar muy especial

Muy distintas son las sensaciones cuando nos acercamos a la isla de Korcula, llamada por los griegos la Isla Negra debido a sus frondosos bosques. Hoy en día es conocida como la pequeña Dubrovnik. Otra ciudad amurallada que aguarda a ser descubierta. En el puerto hay una cierta decepción por lo turístico de sus cafés, tiendas de souvenirs, etc. Pero cuando uno sube por la escalera del siglo XIX y cruza la puerta de la muralla del siglo XIV, todo se transforma y se percibe en el aire la energía de un lugar muy especial.

Es una ciudad medieval que ha cambiado poco a lo largo de los siglos, sus calles son estrechas, oscuras y muy empinadas. Korcula presume de ser el lugar de nacimiento de Marco Polo, y aunque el dato no se puede probar con certeza, sí es verdad que su familia provenía de esta zona. Aquí la verdad y la leyenda pueden ir de la mano...

Extraído de Ocho Leguas

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