El sljivovica es una clase de brandy fabricado en los Balcanes y Europa Central, y considerado una de las bebidas típicas de Croacia. Según el país productor los nombres pueden ser sljivovica, slivowitz, slivovica, sliwowitz o slivovice.La tradicional fabricación de este "fuego líquido" comenzó en el siglo VIII, elaborado a partir de ciruelas pozaga o madjarka. Estas frutas, muy grandes y dulces, oriundas de Bosnia, alcanzan su tamaño gracias al cuidado que tienen los productores de no podar las plantas antes de los veinte años.
Durante el proceso de la elaboración del sljivovica se agrega también el hueso de la ciruela, lo que le confiere un toque amargo y la untuosidad del aceite. Contiene entre 25 y 55% de alcohol.
Para hacer un sljivovica de alta calidad, además de buenas ciruelas y buena caldera, es necesario ser muy versátil. La máxima calidad del aguardiente se consigue recién después de varios años de reposo en barriles de madera, aunque algunos fabricantes modernos recurren a vías abreviadas para conseguir una simulación de este sabor tan especial, acelerando su fermentación. Además, suelen mezclar un aguardiente reposado junto con el nuevo y colocar esta mezcla en barriles que se revuelven cada rato.
Un buen aguardiente testimonia el prestigio del “amo de casa”, de manera que se acostumbra una degustación espontánea en todos los hogares que fabrican el sljivovica. A cada “amo de casa” le importa mucho el renombre de buen fabricante de sljivovica, puesto que la voz viaja hasta lejos. Además, la receta de fabricación del aguardiente generalmente es conocida solamente por los varones de la familia, puesto que, según dicen, las mujeres no saben guardar secretos y, al casarse, se lo llevan consigo a su nueva familia. Por lo tanto, el aguardiente es, sobre todo, un producto de un medio ambiente especifico, así como de una tecnología muy sofisticada y de conocimientos acumulados por varias generaciones.
En algunas aldeas se produce un sljivovica en base a un procedimiento concebido hace cinco siglos. La destilación se hace en calderas de cobre de 90 o 120 litros, el producto final se vierte luego en botellas de cristal manufacturadas. Puede ser que algún “amo de casa” no tenga su caldera. En tal caso, un vecino puede prestarle alguna, pero este tendrá derecho de compensar la "deuda" con cierto número de botellas de aguardiente producido en su caldera. Así, esta bebida milenaria ha favorecido lazos de amistad, y quizás por ello está presente en las mesas croatas durante el festejo de la Noche Vieja.
El sljivovica croata tiene una calidad incontestable, algo que confirman algunos reconocimientos especiales que este aguardiente mereció en muchas ferias internacionales. Su sabor típico, transparencia y olor únicos le traen un prestigio irrevocable.
Fuente: Experiencia Croata
